Receta de granola casera
- Dificultad: facilísimo.
- Tiempo de preparación: 45 minutos.
Los desayunos son siempre motivo de debate entre los fanáticos de los zumos detox, los que prefieren algo más tradicional, o los que se apuntan a todas las modas que van apareciendo en Internet. Lo ideal es adaptar el desayuno a nuestros gustos, intentando que sea sano y nos de energía, pero que a la vez esté rico y nos resulte apetecible.
¿Avena y frutos secos? Suena bien. Aunque los cereales y mueslis que se compran ya listos son una opción, normalmente van bien cargados de azúcar, por mucho que tengan una imagen de desayuno saludable. Así que nos hemos animado a preparar esta granola casera que, aunque es verdad que también lleva miel y azúcar, al menos podemos ajustar nosotros mismos las cantidades y moderarlas.
Si la mezclamos con un yogur natural y la acompañamos con un zumo (casero) o porciones de fruta, tendremos un desayuno de lo más completo. Además, podemos incluir los frutos secos que más nos gusten. También podemos añadir fruta deshidratada, especias, jengibre, e incluso trocitos de chocolate.
Ingredientes
- 300 gr. de copos de avena
- 150 gr. de pistachos
- 50 gr. de nueces
- 50 gr. de orejones
- 30 gr. de escamas de coco
- 70 gr. de miel
- 40 gr. de azúcar moreno
- 15 ml. de aceite de girasol
- 15 gr. de canela
Preparación
Para empezar, preparamos los ingredientes. Pelamos los pistachos, picamos un poco las nueces -si queremos- y cortamos los orejones en trocitos.
En un recipiente grande, mezclamos los frutos secos con los orejones, la avena y las escamas de coco. Añadimos la miel, el azúcar moreno, el aceite de girasol y la canela. Removemos bien todos los ingredientes para que se impregnen con la miel.
Precalentamos el horno a 150º y ponemos papel de horno en la bandeja. Esparcimos la granola por toda la bandeja y la metemos en el horno durante 30 minutos.
La vamos removiendo cada 8-10 minutos para evitar que se apelmace. Vamos vigilando también que no se queme. Pasados los 30 minutos, la sacamos del horno y la dejamos enfriar. Lo ideal es guardarla en un tarro de cristal, y nos aguantará un par de semanas en la despensa.