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Madrid abre el primer centro para atender a adictos de las nuevas tecnologías

Niños con un móvil
PIXABAY/CC

La Comunidad de Madrid  ha puesto en marcha un servicio especializado de intervención en adicciones a las nuevas tecnologías, que ha presentado este lunes el consejero de Políticas sociales y Familia, Carlos Izquierdo. Este recurso de prevención e intervención atenderá a adolescentes entre 12 y 17 años con conductas de uso inadecuado, abuso o dependencia de las nuevas tecnologías.

Un uso desmedido, una frecuencia demasiado recurrente o una inversión de tiempo y dinero fuera de lo normal, todo ello entra dentro de una adicción sin sustancia y se produce en aquellas situaciones en las que las personas experimentan una pérdida de control sobre su conducta.

Las adicciones sin sustancia se caracterizan por desarrollar en el paciente una fuerte dependencia y una pérdida de interés o deterioro en el resto de actividades.

Izquierdo ha destacado la preocupación del Gobierno regional por el adecuado desarrollo y bienestar de la infancia y adolescencia señalando que "es un paso más en el compromiso con los adolescentes y sus familias en el ámbito de las nuevas tecnologías".

Este servicio "supone un novedoso, necesario y avanzado recurso para los menores y las familias, pudiendo atender hasta a 300 usuarios presenciales cada trimestre", ha afirmado Izquierdo.

En el Centro de Atención de las Nuevas Tecnologías donde se prestrán estos servicios se realizarán también actividades formativas dirigidas a profesionales que trabajan con niños y adolescentes, y a aquellas familias interesadas en adquirir conocimientos y habilidades sobre conductas de uso, abuso y dependencia.

"Tenemos una amplia cartera de servicios. Vamos a tener terapias en grupo, individuales, para padres y madres, adolescentes y también un servicio de prevención y sensibilización", afirma José Moreno Ortiz psicólogo sanitario y coordinador del servicio.

El recurso de prevención e intervención contará con tres terapeutas a tiempo completo y cuatro a tiempo parcial que evaluarán la conducta, la interacción y el grado de pérdida de control. De esta manera podrán saber en qué manera interfiere en las actividades escolares, las relaciones sociales y familiares e incluso en su propio cuidado personal.

Los servicios de este recurso irán destinados a personas en las que "el uso de un dispositivo genere una alteración significativa en su vida" explica José Moreno Ortiz, y añade que al tratarse de menores "será necesario y obligatorio que acudan con el consentimiento firmado y explícito de ambos progenitores".

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