Los inscritos de En Marea piden a la diputada del Parlamento gallego Paula Quinteiro que abandone su acta
- La diputada autonómica se vio envuelta en un incidente con la Policía Local de Santiago.
- Quinteiro ya anunció que independientemente del resultado no piensa dimitir.
Los inscritos de En Marea que han participado en la consulta sobre la continuidad de la diputada del Parlamento gallego Paula Quinteiro se han inclinado mayoritariamente por que abandone el acta, dos meses después de verse envuelta en un incidente con la Policía Local de Santiago de Compostela.
Con una participación del 40%, según indica la formación en un comunicado, el 85% ha votado a favor de que Quinteiro deje el escaño. El otro 15% lo ha hecho en contra.
De los casi 2.400 inscritos han votado 928. Lo han hecho durante dos días en una consulta no vinculante que consistía en responder sí o no a la pregunta de si Quinteiro debería dimitir de su cargo como diputada del Parlamento gallego "por el uso de su acta de diputada para un asunto particular".
La resolución le será comunicada "para que obre conforme al código ético de En Marea y a sus principios fundamentales, que depositan el poder en las bases", señala la formación.
La propia Quinteiro ya avanzó esta semana que independientemente del resultado no dimitiría y retó a la dirección a poner en marcha un proceso revocatorio y no una consulta no vinculante, a la que además restó legitimidad.
Incidente en la madrugada del 18 de marzo
"Es absolutamente falso que participase en un acto vandálico, dañase algún vehículo y toda la sarta de barbaridades y mentiras de las que se me vienen acusando", afirmó la parlamentaria en una carta abierta, en la que remarcó que no incumplió el código ético de Podemos o En Marea porque no incurrió en "ningún delito" ni hizo un "uso indebido" de su condición de diputada. Dijo ser "víctima de una campaña de infamias y calumnias" y aseguró que mantuvo una "actuación de mediación ante una situación de tensión".
El atestado policial señala que una patrulla encontró en la madrugada del 18 de marzo en Santiago a un grupo de 15 jóvenes, uno de ellos con una botella de cerveza que "mostraba actitud de intentar golpear diverso mobiliario urbano" y que llegó a gritar "Policía, hijos de puta". Los agentes solicitaron la dotación de otra patrulla en ese momento y posteriormente se pidieron más refuerzos.
Según el relato policial, se solicitó al joven que "se mostraba más agresivo" que se identificase y fue entonces cuando la diputada, que acudió hasta el lugar "llamada" por él, "se interpuso entre el varón, exhibiendo una tarjeta parlamentaria, tratando de impedir la identificación y dificultando en todo momento la intervención de la Policía".