Moción de censura de todos contra todos

La moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy ha puesto a todos los partidos del Congreso en la tesitura de pronunciarse, no sólo sobre si permiten la continuidad de "un Gobierno corrupto", como querría el PSOE, sino de cara a unas elecciones generales que, pase lo que pase, nadie ve lejos.

Así, frente a la intención socialista de imponer su programa, en el resto de partidos empiezan a aflorar condiciones y hasta comienza a tomar cuerpo la opción B de, fracasada la de Sánchez, apoyar una segunda moción de censura que, como quiere Ciudadanos, tuviera como único propósito investir un presidente "técnico" que convocara elecciones inmediatamente.

La portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, dio una de las claves de la lógica con la que desde hace meses se mueven los principales partidos y que, tras la presentación de la moción de censura, se ha intensificado. Aludía al último CIS al señalar que, de cara a "la convocatoria de elecciones que, además no está tan lejos, resulta que cualquiera de las cuatro formaciones puede ganarlas".

La competición que provocan estas expectativas electorales se ha palpado muy bien este lunes en la jornada en la que ha echado a andar la tramitación de la moción de censura, con su calificación por parte de la Mesa y con la decisión que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha comunicado apenas dos horas después al candidato, Pedro Sánchez, de que, como Moncloa quería, el debate y la votación será lo más rápido que permite el Reglamento de la Cámara, el 31 de mayo y 1 de junio.

Pastor ha respondido así al deseo de Rajoy, que quiere que sea lo antes posible porque así existen menos posibilidades de el resto de partidos se pongan de acuerdo para que pueda prosperar.

En términos generales y exceptuando al PP, existe consenso dentro del Congreso en que, tras la sentencia de la Gürtel, Rajoy no puede continuar en el Gobierno. Las divergencias aparecen en la disposición de los partidos a convertir a Sánchez en presidente sin que éste se haya dignado de momento a llamar con el resto de grupos y por las dudas sobre sus verdaderas intenciones al plantear una moción para la que tendrá serias dificultades en encontrar apoyos.

A pesar de ello, en Moncloa el ambiente es de mayor preocupación que cuando Iglesias presentó la suya hace un año. Entonces, el PSOE se negó a apoyarla inmediatamente. Ahora, sólo Ciudadanos se niega en rotundo.

A final de esta semana, el jueves y viernes, se verá si el PSOE gana el pulso que ha echado a todo el arco parlamentario de apoyar su moción de censura o permitir que continúe un "Gobierno corrupto" o si sigue floreciendo la idea de una moción instrumental con un presidente técnico cuyo único fin sería convocar elecciones.

Esta es la opción que defiende Ciudadanos, que dice no tener aún candidato técnico, pero que debería ser cualquiera que no quiere ser presidente y que convocara unas elecciones que, según las encuestas, Albert Rivera estaría incluso en posición de ganar.

Este lunes no descartaron esta idea formaciones tan alejadas del partido naranja como Compromís o Unidos Podemos. Todo sea por la "prioridad" para todos, la salida de Rajoy de Moncloa.

Aun advirtiendo de que Ciudadanos "es un partido que quema todos los puentes a su alrededor", el portavoz de Compromís, Joan Baldovi, ha afirmado que "valoraríamos" la posibilidad de prestar votos a Ciudadanos, que con 32 escaños, necesita otros tres para registrar tal propuesta en el Congreso.

"Si los votos de PSOE y Podemos no bastan, seguimos pensando que la prioridad es sacar al PP de las instituciones y veríamos bien que haya unas elecciones que permitan que los ciudadanos decidan con su voto", ha señalado Montero, la portavoz del único partido que de momento ha garantizado "sin condiciones" su apoyo a Sánchez junto al PSOE.

La portavoz socialista ha insistido en que una moción instrumental "no existe" y que la única posibilidad que contempla la Constitución es una moción constructiva, es decir, con un candidato a la presidencia del gobierno. "Estar hablando de elecciones solo lo puede plantear aquel grupo parlamentario que está pensando exclusivamente en sus propios intereses", ha acusado Robles.

"Vamos a dejar de pensar todos en intereses puramente partidistas y trabajar para que España recupere credibilidad", ha añadido la portavoz del PSOE.

La esperanza de Rajoy es que Sánchez no consiga los 176 votos que necesita para sacarla adelante, algo que aún está por ver porque de momento sólo cuenta con sus 85 diputados y los 67 de Unidos Podemos. También los cuatro diputados de Compromís, cuyo portavoz, Joan Baldoví, ha pedido "un poquito de humildad" al PSOE par aque acceda a pactar la moción al menos con ellos, que la van a respaldar.

A pesar de su apoyo, Podemos ha empezado este lunes diciendo que, si pierde, Sánchez quedará "fuera de la vida política", en palabras de Pablo Iglesias, y afirmando que este segundo intento de echar a Rajoy del Gobierno es fruto de "la semilla que plantamos hace un año" con la moción que en junio de 2017 planteó Iglesias contra el presidente, según ha recordado Montero.

La desconfianza sobre los verdaderos propósitos de Sánchez al presentar la moción de censura ha sido recurrente este lunes entre los portavoces parlamentarios, que, ante las dificultades que tendrá para conseguir 176 votos a favor, ven más bien un escaparate para volver a la primera línea política debatiendo -y dando mandobles, según la interpretación- con Rajoy, Iglesias y Rivera desde la tribuna de oradores del Congreso, un lugar que tiene vetado desde que renunció a su acta de diputado para no votar la investidura de Rajoy.

Desde allí también podría atacar a los independentistas catalanes y dejar clara una postura que, según su portavoz parlamentaria, Margarita Robles, sigue a pies juntillas "el Estado de derecho y el orden constitucional". Esto es lo que piensa una diputada, que afirma que la moción de censura es "teatrillo". El portavoz de PdeCat, Carles Campuzano, está a la espera de saber si es un "fake".

Robles se ha esforzado este lunes por disipar las dudas acerca de intereses ocultos por parte de Sánchez pidiendo en rueda de prensa "que nadie tenga ninguna duda de que lo único que ha movido al PSOE ha sido un ejercicio de ética democrática" al ver que Rajoy no pensaba asumir ninguna "responsabilidad política" tras conocerse la sentencia del caso Gürtel.

Se trata de una "moción de censura de exigencia de ética política y democrática", ha dicho Robles, que ha afirmado que Sánchez irá a ella "con el programa del PSOE", echando así un jarro de agua fría a los partidos que están a la espera de contactar con el partido para saber los términos en los que Sanchez recavará su apoyo.

Una vez que Pastor ha fijado la fecha de la moción, Robles ha señalado que el PSOE iniciará una ronda de contactos, meramente "cordiales" y previsiblemente insuficientes para partidos como Coalición Canaria, que en 2015 votó a favor de la investidura de Sánchez pero que ahora se niega a aceptar el "son lentejas" que, según su portavoz, Ana Oramas, se ha limitado a plantear el PSOE.

Los independentistas catalanes también estaban este lunes a la espera, sin hablar en esta ocasión de contrapartidas relacionadas con sus presos pero sí de falta de educación por la ausencia de contactos.

"El señor Sánchez no sabe ni lo que es la cortesía ni la educación entre formaciones políticas", ha dicho el portavoz de ERC, Joan Tardá, para reprochar que el PSOE no hubiera acudido aún a un partido que lleva meses diciendo que apoyaría una moción de censura, porque la "prioridad" es sacar al PP del Gobierno, aunque también ha señalado que "el señor Sánchez tiene que corregir algunos posicionamientos incluso tan intangilbles como el hecho de que insultara al republicanismo catalán".

Para el portavoz del PdeCat, Carles Campuzano, Sánchez tiene que demostrar entre hoy y el viernes si su moción de censura es "postureo" o si "pretende de verdad echar al presidente Rajoy e iniciar un nuevo ciclo político que sirva para resolver desde el diálogo político el enfrentamiento entre el Estado con buena parte de la sociedad catalana".

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha afirmado que no decidirán el sentido de su voto hasta que Sánchez despeje la "incógnita", de cuándo va a disolver las Cortes. "Dice que quiere arreglar unas cosillas mientras tanto y esas cosillas cuáles son, con que mayorías cuenta, qué ideas tiene sobre Euskadi y para solucionar la situación tan compleja que hay ahora en Cataluña y que mediatiza todo esto", se ha preguntado.

Los nacionalistas vascos no decidirán hasta escuchar a Sánchez el jueves, casi encima de la votación del viernes, el día en que también se conocerá el resultado de la consulta que Podemos ha convocado entre su militancia para saber si deben o no apoyar la moción de censura, a pesar de que este partido asegura su respaldo "sin condiciones".