Sánchez pide un periodo de "estabilidad" antes de convocar elecciones

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con la presidenta, Cristina Narbona, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con la presidenta, Cristina Narbona, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos.
Chema Moya / EFE
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con la presidenta, Cristina Narbona, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos.

"Moción de censura, estabilidad y elecciones". Así resumió este lunes su hoja de ruta Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, ante el Comité Federal de su partido. En su intervención inicial, de algo más de 20 minutos, el socialista pidió a los 350 diputados del Congreso, "ni uno más, ni uno menos", que se pregunten si Rajoy puede seguir como presidente tras conocerse la primera de las sentencias de la trama Gürtel. Ese fallo, entre otras condenas, impuso la semana pasada una multa al PP y dio por probada la existencia de una caja B en el partido.

Sánchez argumentó que la moción de censura está "suficientemente motivada" por el "poco nivel de autoexigencia" del presidente Rajoy para con los casos de corrupción que afectan al PP, y si prosperase esa moción, que se debatirá este jueves y viernes, agregó el líder del PSOE, el resultado será un "Gobierno del PSOE" que "va a garantizar el orden constitucional y la convivencia". No precisó, sin embargo, cuánto duraría ese gabinete ni cuándo se convocarían elecciones, uno de los principales puntos de discrepancia de partidos como Ciudadanos, que quieren una pronta cita con las urnas.

Lo que sí hizo el número uno de los socialistas fue insistir en la idea de que la reacción de Rajoy ante la primera sentencia de la Gürtel fue "absolutamente inaceptable", y en que el PSOE no tenía otra opción salvo intentar "poner punto final" a los casos de corrupción del PP: "La democracia no se puede ver encadenada a la corrupción de un Gobierno que está bunkerizado", dijo Sánchez, que tendió la mano a todos los diputados, sin hacer salvedades con ningún grupo, para un gran "pacto por la regeneración".

Además, Sánchez pidió a los suyos no caer en el juego de "acusaciones" y "descalificaciones" del PP: "No entremos en ellas, no entremos en la crispación que pretende que no se hable de lo importante: si Rajoy puede seguir siendo presidente del Gobierno o no". Para el socialista, "el PP viene a decir 'o yo o el caos'". "Y ni usted ni el caso, señor Rajoy: moción de censura, estabilidad y elecciones para que los españoles hablen", reiteró Sánchez.

En la parte final de su intervención, Sánchez definió la moción como una "respuesta constitucional" a una "emergencia institucional" creada por la corrupción del PP y la negativa de Rajoy a dimitir. "Como líderes de la oposición, el PSOE no tenía otra opción", subrayó el socialista, que alertó de que está en juego la "confianza en la política" y en las instituciones.

"El PSOE ha asumido su responsabilidad, una vez más", proclamó el líder del PSOE, que elogió los gobiernos de González y Zapatero. "Hicimos progresar a nuestro país, afianzamos la democracia, europeizamos España", afirmó, para concluir su discurso con un un vaticinio final: "Estoy convencido de que lo volveremos a hacer desde el Gobierno de España".

La de este lunes es la tercera reunión del Comité Federal desde las primarias que devolvieron a Sánchez a la Secretaría General. Como es habitual, su intervención inicial dio comienzo al debate del máximo órgano de los socialistas entre congresos. La reunión prosigue ahora a puerta cerrada. Han pedido turno de palabra 22 miembros del comité de los 260 que se han acreditado. Los primeros en tomar la palabra han sido Susana Díaz, Ximo Puig y Francina Armengol, tres de los presidentes socialistas.

Díaz advierte contra los pactos con independentistas

A la reunión asisten muchos de los barones socialistas. Entre ellos el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que prometió que no habrá un "mercadeo" o "intercambio de votos" mediante un "pacto oscuro" con los independentistas, y que apuntó que, de prosperar la moción, la decisión de convocar elecciones correspondería "estrictamente" a Pedro Sánchez.

Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, dijo por su parte a su llegada a la sede de Ferraz que es "inevitable" convocar elecciones y, aunque defendió la decisión de Sánchez de plantear una moción de censura, rechazó que pueda llegar a "acuerdos" o "concesiones" con los independentistas para ganar su moción de censura. "El PSOE siempre ha actuado con responsabilidad. Espero y confío en que la decisión del partido va en esa línea", agregó.

En esa misma línea, el castellanomanchego Emiliano García-Page insistió en que los socialistas no solo "no cuentan" con los independentistas, sino que no pueden "apostar" por "un Gobierno pendiente de los independentistas", por lo que la opción de cambio debería pasar, a su juicio, por un acuerdo con Podemos y Ciudadanos. García-Page insistió en que el acuerdo es "posible" y pronosticó que los plazos quedarían fijados en ese mismo pacto.

El presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, consideró que "el PSOE solo tenía un instrumento, que era la moción de censura, y lo ha utilizado", y apostó por el "impulso ético" de una iniciativa que tiene como objetivo convocar elecciones "más pronto que tarde". En la mañana de este lunes, también Javier Lambán, presidente de Aragón, apostó por una pronta convocatoria electoral si prospera la moción.

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