Durante ocho horas, Mariano Rajoy permaneció en el restaurante Arahy mientras las tornas cambiaban en el Congreso y el PNV aseguraba al PSOE los votos que producían el vuelco en La Moncloa. Incluso la propia vicepresidenta Soraya Sáenz ocupaba el escaño vacío de su jefe con su bolso, una imagen que después se iba a hacer famosa y criticaría Pablo Iglesias.

Las especulaciones volaron durante toda la tarde, con rumores de dimisión y delegación de poderes en la propia Sáenz de Santamaría, una decisión que finalmente desmintió Cospedal: "No va a dimitir".

Durante la mañana de este viernes, la escena se ha vuelto a repetir. Pese a que el propio partido en su agenda informaba de que Rajoy asistiría a la segunda sesión de la moción de censura, una hora después de su comienzo todavía no había llegado.

Finalmente, Rajoy llegó al Congreso a las 10.25, llevándose la cerrada ovación de la bancada popular. Fue llegar y subir al estrado para su última intervención como presidente del Gobierno, ya una despedida solemne.