La Audiencia Nacional ha condenado a los ocho jóvenes acusados de agredir a dos guardias civiles y a sus parejas en la localidad navarra Alsasua en la madrugada del 15 de octubre de 2016 por un delito de desórdenes públicos y no de terrorismo, tal y como solicitaba la Fiscalía.

La sentencia, que establece penas de entre dos y trece años de prisión, no ve en su actuación el carácter terrorista porque no considera acreditado que las agresiones tuviesen una finalidad de este tipo, ni que se cumpla ningún requisito para condenarles por ello. No obstante destaca la "notabilísima gravedad de los hechos".

El tribunal les condena por delitos de atentado a agentes de la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y amenazas y en su fallo el tribunal aprecia las agravantes de abuso de superioridad y de odio.

La resolución judicial considera probado que los acusados actuaron movidos por la animadversión y menosprecio a la Guardia Civil y por motivos ideológicos, pero no ve su acción ningún vínculo con ETA.