El debate de los Presupuestos llega al Senado con un PP dispuesto a dar batalla con sus propias cuentas

El tira y afloja sobre los Presupuestos Generales del Estado no ha hecho más que empezar. El cambio de Gobierno  y la promesa de Sánchez de desarrollar su mandato con las cuentas del PP ha despertado las iras de los populares, que pretenden enmendarlos en el Senado.

La nueva ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comparece este lunes en la Cámara Alta y  "ofrecerá un mensaje de estabilidad sobre la situación política y económica del país, y certidumbre para los próximos meses de un Gobierno que no descuidará ninguna de sus obligaciones", tal como han apuntado desde el Gobierno.

El PNV apoyó en el Congreso las cuentas de Rajoy para 2018 tras pactar subir las pensiones y una "inversión récord" de 540 millones en Euskadi, con fondos para el AVE, la cultura, el medio ambiente y una rebaja en la tarifa eléctrica para la industria vasca, entre otras concesiones. Ahí está la clave. El PP, en este sentido, ya ha avisado de que presentará enmiendas que antes los nacionalistas vascos no le permitían.

Hay que tener en mente que las cuentas no están aprobadas. Si el Senado aprobase las enmiendas o los vetos, pasarán de nuevo por el Congreso, donde ya habían recibido la luz verde.

Por otro lado, Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, Compromís y Bildu han vetado los presupuestos en la Cámara Alta, aunque no parece probable que prosperen sus planes porque el PP tiene mayoría absoluta y no prevé apoyarlos. Lógicamente, esa mayoría hace pensar que todas las enmiendas que se presenten por parte del Partido Popular van a ser aprobadas.

En caso de que los PGE tengan que volver a pasar por el Congreso, bastaría con que fueran aprobados con mayoría simple. Pero no todos los cambios que se planteen en el Senado  tienen que ser necesariamente incorporados: solo se incluirán en el texto definitivo los que reciben más síes que noes.