Una niña del Aquarius, a un voluntario: "Hace mucho tiempo que nadie me daba un abrazo como este"

Inmigrantes a bordo del buque Aquarius avistan Valencia en el horizonte mientras esperan para ser trasladados al puerto de la ciudad.
Inmigrantes a bordo del buque Aquarius avistan Valencia en el horizonte mientras esperan para ser trasladados al puerto de la ciudad.
SOS MEDITERRANEE
Inmigrantes a bordo del buque Aquarius avistan Valencia en el horizonte mientras esperan para ser trasladados al puerto de la ciudad.

Una niña de 12 años, procedente de Guinea y que navegaba a bordo de la flota del Aquarius, que este domingo ha llegado al puerto de Valencia tras ocho días de travesía por aguas del Mediterráneo, le ha dicho a uno de los voluntarios de la Cruz Roja que han trabajado en el operativo Esperanza: "Hace mucho tiempo que nadie me daba un abrazo como este".

Así lo ha contado a los medios de comunicación Fernando Justa, un voluntario que, visiblemente emocionado, ha relatado algunas de las vivencias de la jornada de este domingo durante el desembarque de los 630 migrantes que han llegado a la capital valenciana en la flota del Aquarius.

En este sentido, ha explicado que uno de los casos "más complicados" ha sido el de una menor de 12 años que ha bajado del buque en estado de shock y no podía avanzar. "Estaba asustada con todo lo que estaba pasando", ha indicado.

Tras hablar con ella y darle un peluche para animarla, el voluntario y la joven se han abrazado y la menor le ha dicho una frase que el voluntario "nunca olvidará": 'Hace mucho tiempo que nadie me daba un abrazo como este'".

Justa ha detallado que a lo largo de toda la mañana del domingo han trabajado con unos 124 menores, con edades comprendidas entre los 15 y 16 años a bordo del Dattilo y de entre 3 y 15 años en el Aquarius. La sensación que les han trasladado, ha apuntado ha sido "mucha incertidumbre y miedo" y, por eso, "nuestra función básica es de acompañamiento", ha señalado.

Ha admitido que la experiencia ha sido "gratificante e ilusionante" y ha remarcado que por situaciones como las vividas este domingo "hay que seguir trabajando para seguir poniendo una sonrisa en cada niño".

Otra voluntaria y coordinadora del equipo de atención psicosocial de Cruz Roja, María José Talaverano, ha explicado el caso de una joven de 20 años que se ha cogida de la mano de una compañera y no la ha soltado en todo el proceso y recorrido. "Ha sido como un ancla para ella", ha destacado para señalar que el solo hecho de cogerle de la mano ha hecho que la chica "se sintiera a gusto".

Talaverano ha manifestado que durante el desembarco y recepción de los migrantes ha visto "caras de alegría" porque, pese a la dureza de la situación, "se han visto arropados". "Nos hablaban de esperanza, como esa niña que no se soltaba de nuestra mano", ha agregado.

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