Paula Echevarría, Sara Carbonero y Elsa Pataky: las famosas se apuntan a la moda de los bolsos de bambú y mimbre
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Antiguos en sus orígenes, modernos en estilo. Los bolsos hechos a base de mimbre, madera, bambú y rafia se han convertido en los mejores materiales para lucir esta temporada tanto en la playa como en la ciudad.
Saint Tropez, Cerdeña y Capri han salpicado nuestro imaginario de telas de cuadros y atmósferas despreocupadas. Encontramos desde las cestas tradicionales con flecos y forradas por dentro con tela vichy hasta la última tendencia en caprichosas formas redondas.
Objeto de culto hacia las cestas y bolsos redondos de tamaño pequeño y mediano que dan esa sensación de haber regresado de un fin de semana en la Riviera francesa. O esos capazos con bordados, espejos, pompones, con letras... que ya no son inapropiados para llevarlos al trabajo. ¡Te vas a cansar de verlos!
Los puso de moda la actriz Jane Birkin en la década de los setenta y raro era que ella no llevase una cesta de mimbre colgada del brazo, más propio de un picnic o un evento informal. Terminó por convertirse en un accesorio sinónimo de elegancia, inspirado en el estilo de Saint Tropez, y que las mujeres francesas lucían sin esfuerzo.
Diseños oversize realizados en madera con asas gruesas, pero ligeros. Las firmas de lujo han apostado por el mimbre, la rafia y el bambú en sus colecciones, pero con sus propias reinterpretaciones. Eso sí: no deja de ser una tendencia que nació en la calle, no sobre una pasarela. Que ha gustado de toda la vida a las mujeres ‘normales’ aunque las famosas se hayan sentido seducidas por ella. Sara Carbonero, Alexa Chung, Paula Echevarría, Olivia Palermo... los usan en su día a día.
Hoy, el mimbre y la madera se combinan con el cuero curtido para crear un efecto de contraste entre los dos colores y su bimaterialidad. A pesar de que el color que más triunfa es el natural, los hay también en otros tonos como negro, amarillo o fucsias.
La longitud de las asas tampoco sigue una norma estricta y va en función de gustos: muy cortas o largas para poderlas cruzar. Luego, están los diseños que exhiben el arte de tejer, creando un efecto y neo-retro, perfecto para tomar un aperitivo o para un afterwork.
En el caso del exótico bolso de bambú, de inspiración oriental, está disponible en varias formas (cuadrado, semicircular o redondo) y colores. De líneas minimalistas es fácil de llevar a todas partes.
La clave para incorporarlos a nuestros looks es jugar deliberadamente con el contraste de estilos y en función de la ocasión para la que vayamos a usarlos. Un bolso de mimbre no choca con unos pantalones de vestir y una blusa, ni con largos vestidos florales, tops de lino o una gabardina. Al igual que son perfectos con jeans, zapatillas, alpargatas o unas sandalias que son el tipo de prendas a las cuales los tenemos más asociados.
La ‘materialidad’ que confiere la rafia, el mimbre o el bambú le da a estos bolsos un encanto absolutamente chic. ¿El mensaje? No necesito estar en la playa para sentir que estoy de vacaciones. Y, de todos modos, agosto está muy cerca.