El Centro Niemeyer muestra los 'sorollas' del coleccionista Pedro Masaveu

  • Fue el coleccionista privado español que atesoró más obras del pintor valenciano Joaquín Sorolla.
  • El centro de Avilés muestra 58 pinturas, entre las que sobresalen las dedicadas al mar.
Joaquín Sorolla y Bastida, Corriendo por la playa. Valencia, 1908. Museo de Bellas Artes de Asturias, Colección Pedro Masaveu
Joaquín Sorolla y Bastida, Corriendo por la playa. Valencia, 1908. Museo de Bellas Artes de Asturias, Colección Pedro Masaveu
JOAQUÍN SOROLLA
Joaquín Sorolla y Bastida, Corriendo por la playa. Valencia, 1908. Museo de Bellas Artes de Asturias, Colección Pedro Masaveu

El arte se hace grande por sus creadores pero también, en cierta manera, por quien lo colecciona. Durante la segunda mitad del siglo XX, esta fue una de las principales razones de vivir de Pedro Masaveu Peterson (1938-1993). Perteneciente a la cuarta generación de una conocida saga de empresarios catalanes afincados en Asturias desde 1840, nuestro protagonista siguió la estela familiar de los negocios pero también la afición y fascinación de su padre por el coleccionismo.

Si su progenitor se había decantado por el arte religioso de los siglos XV a XVIII, fue Masaveu hijo el que introdujo en la colección familiar piezas del siglo XIX y XX. A lo largo de su vida, amplió su colección personal -que llegó a alcanzar más de 400 obras hoy depositadas en el Museo de Bellas Artes de Asturias- y, por otro lado, impulsó con nuevas adquisiciones la Colección Masaveu, uno de los fondos artísticos más importantes de España gestionado en la actualidad por la Fundación María Cristina Masaveu Peterson.

Entre los grandes tesoros artísticos que adquirió el empresario se encuentra uno que llama especialmente la atención: la mayor colección privada de cuadros de Sorolla. En total, 59 obras realizadas entre 1882 y 1917, de las cuales 46 continúan en la Colección Masaveu, 13 forman parte de la Colección Pedro Masaveu del Bellas Artes y una está actualmente en el Reina Sofía.

Este verano, gracias a la colaboración entre la Fundación y el Centro Niemeyer, las joyas del maestro valenciano de la luz se trasladan durante seis meses al centro cultural de Avilés para ser admiradas en este espacio expositivo ideado por uno de los grandes arquitectos del siglo XX: Oscar Niemeyer.

Comisariada por la principal experta en la obra del pintor Blanca Pons-Sorolla, la exposición se divide en cuatro secciones expositivas entre las que sobresale la dedicada a la representaciones del mar y las playas. Aquí pueden encontrarse obras como Playa de Valencia. Sol de tarde (1908) o Corriendo por la playa. Valencia (1908).

A ésta se suma, una sección dedicada a los retratos –desde los de inspiración velazqueña como La familia de don Rafael Errázuriz Urmeneta (1905) hasta los realizados al aire libre como Mi mujer y mis hijas en el jardín (1910)- y otras dos con escenas de género, costumbristas, al aire libre y estudios de flores.

Si el espacio expositivo es ya de por sí impactante, la muestra destaca también por su presentación. Para la ocasión, las obras se han colocado en unas estructuras de hormigón y vidrio que se inspiran, a su vez, en los caballetes de cristal diseñados por la arquitecta italo-brasileña Lina Bo Bardi para el Museo de Arte de Sao Paulo. Situadas en la Cúpula del centro, ofrecen a los visitantes una perspectiva única de este conjunto de pinturas que parecen casi suspendidas en el aire.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento