Sánchez alarga un año más la 'España deficitaria' y ralentiza el recorte de la elevada deuda pública

Aprobadas ayer durante el Consejo de Política Fiscal y Financiera las sendas de déficit y deuda pública para 2021, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Economía, Nadia Calviño, han llevado hoy al Consejo de Ministros los nuevos objetivos de estabilidad para el país para los próximos tres años.

De las cifras ofrecidas, se extraen tres consecuencias. Una, que España no dejará de ser deficitaria hasta 2022, un año más tarde de lo que había dibujado el anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy. Las cuentas públicas mostraran más gastos que ingresos en 2021, un -0,4% del PIB y un desajuste que el gobierno del PP consideró, para aquel año, que podría haber sido un superávit de hasta el 0,1%.

La nueva senda de estabilidad también es más laxa con la reducción de la deuda pública, que ahora se eleva al 98,8% del PIB y que los expertos señalan como uno de los riesgos más importantes para la economía española. La nueva ruta considera que se irá reduciendo progresivamente hasta alcanzar un 91,5% en 2021, lo que supone 2,4 puntos por encima de la reducción que había previsto el Ejecutivo popular.

Montero considera que la nueva senda fomenta una "recuperación mas justa" y que establece unas cuentas "más sociales" que el anterior plan de estabilidad. "De no aprobar esta senda se volvería a la anterior", dice la ministra, que no entendería, dice, que el PP bloquease esta ruta en el Senado, como podría hacerlo dado que tiene mayoría en la Cámara Alta. La senda llegará al Congreso el 24 de julio.

De no aprobarse, ha dicho Montero, "las mayores afectadas serían las comunidades, que son las que prestan los servicios sociales a la ciudadanía". La relajación de los objetivos fiscales va a beneficiar a las regiones en dos décimas en 2019 —año de elecciones autonómicas— y en otra décimas para 2020. La Seguridad Social también es otra de las beneficiadas porque podrá relajar dos décimas su meta para el año que viene, en cuatro décimas en 2020 y seguir en números rojos en 2021.

Puestos estos porcentajes en cifras contantes y sonantes, las cinco décimas que el Gobierno relaja la meta de déficit para el próximo año se repartirán en un alivio fiscal de unos 6.000 millones de euros: 2.500 millones para las autonomías, otros 2.500 millones para las Seguridad Social y 1.000 para la Administración Central. "O se está a favor de tener 6.000 millones de euros más que nos autoriza Europa, o no... tampoco hay mucho más que discutir", dice la ministra de Hacienda.

Su colega de gabinete, la ministra Calviño, asegura que son "hipótesis prudentes", que son "coherentes con la agenda social del Gobierno" y con el "esfuerzo de reducción del déficit" y que han tenido que cambiarlas debido al esperado aumento de los tipos de interés y la desaceleración mundial. Bruselas ya dio hace días su aprobación a esta senda del Gobierno español. "Cumpliremos los objetivos comunitarios pero también la sostenibilidad del crecimiento en los proximos años".

Montero, además, ha confirmado que el límite de gasto no financiero para 2019 —comúnmente conocido como "techo de gasto", crecerá un 4,4% y llegará hasta  125.064 millones de euros. Se trata de la base sobre la que, posteriormente, se elaboran los Presupuestos Generales del Estado. Pero como ha explicado la ministra no se votará en el Congreso de forma individual, sino que formará parte de la senda de estabilidad, que es la que sí se vota en las Cortes.

Y no parece que vaya a tener éxito, al menos si el PP no le da el visto bueno, algo que el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ya ha avanzado que no sucederá ni en el Congreso ni en el Senado. "Aumentar el nivel de endeudamiento de las comunidades autónomas no es el camino", ha dicho Hernando, que no considera que el camino adecuado para la economía del país sea aumentar impuestos, deuda y déficit.

"No hay plan B", responde la ministra de Hacienda al grupo popular, a quien anima a "explicar por qué no permite aquello que nos autoriza la Unión Europea". La ministra de Hacienda ha destacado que este aumento del techo de gasto "es consecuente" con el escenario macroeconómico y con una recaudación tributaria que se comporta "favorablemente sin que eso suponga un mayor esfuerzo fiscal para las clases medias y trabajadoras, pymes o autónomos".