Los patinetes eléctricos compartidos Lime, de estacionamiento libre, desembarcan en Madrid

La empresa de patinetes eléctricos y bicis compartidas Lime ya funciona en Madrid.
La empresa de patinetes eléctricos y bicis compartidas Lime ya funciona en Madrid.
LIME
La empresa de patinetes eléctricos y bicis compartidas Lime ya funciona en Madrid.

Las calles de la ciudad de Madrid tienen un nuevo tipo de vehículo compartido circulando desde este miércoles: los patinetes eléctricos de Lime, una empresa californiana que opera en París (Francia) y Zúrich (Suiza) desde junio.

La compañía, participada por Uber y Alphabet, ha escogido las capital para su desembarco en España y anuncia que extenderá sus característicos vehículos de color verde lima a otras ciudades próximamente.

El funcionamiento de Lime es igual al de otros servicios de transporte compartido como las bicicletas eléctricas: el usuario se descarga una app en su móvil desde la que puede localizar y desbloquear previo pago su patinete eléctrico, listo para usar.

La ventaja de Lime es que los patinetes, al menos de momento (hay una normativa del Ayuntamiento en marcha para regularlos), se pueden aparcar en la acera de cualquier lugar, es decir, se trata de un servicio de estacionamiento libre. No hay que dejarlos en una base, como sucede con Bicimad.

Cómo funciona y cuánto cuesta Lime

El usuario podrá desbloquear el patinete con un código QR y bloquearlo con este mismo sistema una vez termine de usarlo. La app incluye con cada registro tutoriales obligatorios que recuerdan a los usuarios el uso de este patinete y las precauciones de seguridad.

Se trata del modelo eléctrico de patinete Lime-S, "ligero y a la vez robusto" y desarrollado en asociación con Segway, que está equipado con dos ruedas de ocho pulgadas, frenos delanteros y traseros, un faro central, luz trasera, maleta de freno y otra para el acelerador.

En la aplicación móvil también se puede verificar el nivel de carga del patinete. Asimismo, conforme a las reglas de tráfico para estos vehículos en la ciudad, la velocidad de Lime-S se limita a 24 kilómetros por hora, que con una carga completa da al patinete una autonomía para una distancia de 50 kilómetros.

En torno a las 5.00 h la empresa distribuye los Lime-S en diferentes puntos de la capital donde "no molesten" ni "interrumpan la circulación". Al llegar la noche, en torno a las 21.00 h, Lime recoge los patinetes eléctricos para su recarga y para realizar controles de mantenimiento.

Los Lime-S se pueden alquilar con un precio de un euro para desbloquear un viaje y 15 céntimos por minuto de servicio. La compañía también proveerá a los usuarios en un futuro próximo cascos de forma gratuita.

Problemas en Estados Unidos

Además, Lime está buscando trabajadores autónomos (a estilo de Deliveroo o Globo) que se ocupen de recargar los patinetes: sus juicers los recogen a las 21.00 h y los vuelven a poner en circularción, cargados y revisados, a las 5.00 h. Es decir, no se puede utilizar por la noche.

El portavoz de Lime en España, Álvaro Salvat, ha explicado que han "trabajado duro" para encontrar soluciones a problemas como la congestión en las aceras, la recarga de los patinetes y el posible vandalismo. Además, ha manifestado que recoger los patinetes por la noche permite volver a desplegarlos todos los días en "perfectas condiciones".

Los Lime-S (en EE UU se llaman scooters) se suman así a las opciones de vehículos compartidos no contaminantes para moverse por Madrid, aunque falta por conocer los detalles de la normativa que prepara el Ayuntamiento.

En algunas ciudades de Estados Unidos, los scooters ya se utilizan más como medio de transporte que las bicicletas. Pero también hay urbes como Los Ángeles que han decidido porner freno a su circulación por los problemas que ocasiona su convivencia con los peatones en las aceras.

A falta de saber si estas empresas requerirán en un futuro una licencia específica para funcionar, Lime ha escogido España como tercer lugar para su lanzamiento europeo.

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