Asturias

El conductor del autobús accidentado en Avilés tenía varios años de experiencia y pudo sufrir un desvanecimiento

A las 12.35 horas de este lunes, un autobús de la compañía ALSA salía de Cudillero con destino a Gijón. Su llegada estaba prevista a las 14.00 horas. Sin embargo, la veintena de pasajeros que viajaba en su interior nunca llegó a entrar en la estación.

Una hora después de iniciar la marcha sufrió un brutal accidente que causó la muerte de al menos cinco personas. Además, otras 15 resultaron heridas, de las que cinco revisten gravedad, lo que convierte al siniestro en uno de los 20 accidentes de autobús más graves de España de este siglo. Una decimosexta persona, que no viajaba en el interior del vehículo, fue atendida por una crisis de ansiedad.

La tragedia se desencadenó a las 13.30 horas en el kilómetro 1 de la AI-1, dirección Gijón, en la denominada variante de Avilés. Allí, el autobús se salió de la vía por el margen derecho antes de colisionar contra un pilar de hormigón de un viaducto en obras, por el que ha quedado seccionado completamente por la tercera fila.

La colisión se produjo, concretamente, en el lugar en el que se está construyendo un nuevo acceso al Parque Empresarial Principal de Asturias (PEPA) de la localidad. Por allí, el vehículo circulaba a unos 90 km/h.

ALSA ha abierto una investigación para esclarecer las causas del siniestro, aunque ha asegurado que, por los testimonios recogidos de «diversos testigos» y los datos recabados, todo apunta a que el conductor, de 40 años, pudo sufrir un «desvanecimiento» al volante que le impidió «controlar la trayectoria del vehículo».

La empresa ha querido subrayar además que el vehículo siniestrado estaba dotado de los «más modernos sistemas de seguridad», que había superado satisfactoriamente su última ITV (en marzo de este año), así como la última revisión de mantenimiento (el 19 de agosto).

El empleado, mientras, era un trabajador «experimentado», con siete años de experiencia como chófer de la compañía a la espalda. En abril fue sometido a un reconocimiento médico que superó favorablemente.

El autocar, que ofrecía un servicio del Consorcio de Transportes de Asturias gestionado por ALSA, trasladaba a 20 viajeros. De los cinco fallecidos, cuatro perdieron la vida en el momento de la colisión, mientras que la quinta víctima mortal murió de camino al hospital.

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