Ignatius Farray: "Es irreal que te nominen a los Emmy por interpretarte a ti mismo, pero es más divertido"

Ignatius Farray es un cómico diferente. Con un personaje histérico, y una personalidad más tranquila, forma parte de La Vida Moderna, programa de la cadena Ser que presenta junto con David Broncano y Quequé. En septiembre su carrera dio un gran paso cuando nominaron al Emmy Internacional, junto con La casa de papel, a El fin de la comedia, la serie que protagoniza producida por Comedy Central, en colaboración con Movistar + y Sayaka.

Dirigida por los cómicos Raúl Esteban y Miguel Navarro, habla de su vida como Juan Ignacio Delgado, su nombre, y como Ignatius Farray, su perfil más cómico. En esta narración de la búsqueda de la madurez de un artista participan desde sus compañeros de La Vida Moderna hasta el periodista Iñaki Gabilondo, pasando por la actriz Verónica Forqué. El 19 de noviembre competirán por llevarse el Emmy Internacional a la mejor serie de comedia.

¿Qué piensa uno cuándo le nominan a un Emmy Internacional por una serie en la que se interpreta a si mismo?

Fue una gran sorpresa. Es tan importante que es como muy irreal, no te acabas de creer que has sido nominado para los premios Emmy. Pero claro, todavía lo hace más irreal el hecho de que sea por interpretarme a mí mismo. En El fin de la comedia yo me interpreto a mí como cómico, con un tono muy realista. Y claro, entonces, no te acabas viendo como un personaje. Todo esto acaba creando un poco de confusión, pero bueno, también lo hace más divertido.

¿Qué tiene esta serie para que sea nominada a este premio?

Hombre, yo creo que, aunque quede poco humilde por mi parte, la serie tiene que es muy buena. Una nominación es un respaldo a que Miguel Esteban y Raúl Navarro dirigiendo y yo interpretando hicimos un buen trabajo. Además, deseamos seguir grabando la serie y gracias a esta nominación podemos tener el impulso necesario para la tercera temporada.

¿Ha visto algo de las series con las que compite?

La verdad es que no, no he visto nada. Solo sé que son una serie mexicana, una serie israelí y una canadiense. Supongo que también son buenas.

España lleva sin conseguir un Emmy Internacional desde 1973. ¿Impresionan esas cifras de cara a ir a la gala?

¿Tanto? Es sorprendente, yo nací en 1973. No, sinceramente no, no piensas en esas cosas. Ojalá podamos acabar esa racha y traernos el premio para España. ¿Sabes quién gano ese Emmy?

La Cabina, un telefilm de Antonio Mercero.

Guau, es un clásico de la televisión. Formar parte de ese club con un clásico de la televisión como La Cabina ya es un orgullo.

Si lo ganan, ¿tienen pensado algo especial para celebrarlo?

No, no tenemos pensado nada. La mejor celebración sería poder grabar la tercera temporada, por encima de cualquier fiesta. Es más difícil de lo que pueda parecer poder hacerlo. Pasaron dos años entre que grabamos la primera y la segunda. Ahora han pasado dos años desde que rodamos la segunda. También nos gusta que la serie se vuelva a emitir en noviembre en Comedy Central, o incluso estaría bien que se volviera a emitir en Movistar.

Hace un tiempo comentó en una entrevista que para escribir El fin de la comedia quitaba los chistes. ¿Por qué?

Porque queríamos premiar la naturalidad. Cuando Miguel, Raúl y yo pensamos el guion de la serie quisimos que tuviese un tono muy realista. Entonces, no pusimos frases ingeniosas porque eso no ocurre en la vida normal. Si metíamos un chiste, podíamos acartonar la realidad que queríamos transmitir. Preferimos que la comedia surgiera de manera natural a tratar de provocarla a través de una situación enrevesada.

Yo soy conocido por tener un tono histérico y en la serie tengo un tono más calmado, que es como me comporto en realidad. Aunque la gente que me conoce sabe cómo soy, supongo que a los espectadores les sorprendió ese cambio.

Viendo la comedia de este país, con series como la suya y la fama de los monólogos, parece que el chiste esté pasado de moda.

No, no creo que el chiste esté pasado de moda. Aunque actualmente haya menos cuentachistes o imitadores en el panorama nacional que en otras décadas, el stand up comedy es más popular que entonces. El chiste no pasa de moda, lo que ocurre es que se buscan estrategias para que la comedia siga siendo fresca y no envejezca. Simplemente se buscan distintas formas de seguir con la comedia.

¿Adónde ha llegado con esa estrategia la comedia española?

Actualmente los cómicos estamos en la primera fila de la industria del entretenimiento. Es un orgullo participar en esa generación que hace casi veinte años empezamos haciendo monólogos en Comedy Central y ahora estamos haciendo programas, series o incluso cine.