Así trabajaban en Peluquerías Low Cost: jornadas de hasta 12 horas, con 10 minutos de descanso, por 480 € al mes

Peluquerías Low Cost.
Peluquerías Low Cost.
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Peluquerías Low Cost.

El fraude de Peluquerías Low Cost no solamente ha afectado a la Seguridad Social, sino a sus empleados, peluqueros y esteticistas que trabajaban a destajo, con contratos de formación, sin apenas descanso, durante jornadas que se prolongaban hasta 12 horas y por un sueldo de 480 euros al mes, según denuncian varios extrabajadores.

Maika es una de ellas. Acababa de terminar su ciclo formativo de peluquería, de dos años de duración, cuando supo de la existencia de esta cadena de peluquerías de bajo coste a través de un programa de televisión, El jefe infiltrado. Envió su currículum, le hicieron una prueba y entró a trabajar en un local franquiciado en Andalucía.

Lo que le ofrecieron fue un contrato de formación (30 horas de trabajo y 10 horas de formación) con un sueldo base de 566 euros al mes y comisiones a partir de una facturación de 1.200 euros. Ella aceptó, explica, porque en su casa no entraba un sueldo mayor. A los dos meses, para su sorpresa, la empresa les comunicó que no podían hacerles contratos de formación y que su contrato pasaba a ser "por obra y servicios", de "30 horas semanales", "con un sueldo de 480 euros al mes" y comisiones a partir de una facturación mínima de "1.300 euros".

En un vídeo en Youtube, esta peluquera y asesora de imagen personal explica además las duras condiciones en las que tuvo que trabajar y que aceptó por ser novata y porque su profesión era su pasión. En la franquicia de los tintes a 5 euros, su jefa les dijo un mes en concreto que tenían que apretar más porque no llegaban a objetivos y pasaron a trabajar hasta doce horas diarias, de 10 a 22 horas de lunes a viernes y el sábado de 10 a tres de la tarde."Cincuenta y pico de horas a la semana".

Tal era la carga de trabajo que Maika sufrió un desmayo, porque eran las cinco de la tarde y no le habían dejado parar ni diez minutos para comer.

"Empiezas con ilusión", reconoce Maika, "pero era todo horrible. No quería nunca que llegara el lunes". Aun así, siguió yendo a trabajar porque le hacía falta el dinero a su familia. "Lo debí haber denunciado, pero tuve miedo de quedarme con una mano delante y otra detrás", "yo llevaba el dinero más grande a casa, como para permitirme denunciar y quedarme sin trabajo".

El año siguiente la franquicia de Peluquerías Low Cost en la que trabajaba Maika cambió de propietario, pero ella fue recontratada. Ahora se exigía a empleados doblar turnos (diez horas al día) por los que les pagaban 650 euros al mes, más el reparto de la hucha de las comisiones. Ella solo permaneción en el trabajo 15 días, por los que le abonaron en total un finiquito de 246 euros, explica. Le despidieron "por ser demasiado profesional para una peluquería de bajo coste", explica ella en su vídeo en el que confiesa que lo denuncia publicamente en Internet porque "necesitaba soltarlo", pero que no lo hizo ante inspección de trabajo por no saber "dónde hay que ir".

Cajas de 1.000 euros

Un trabajador que prefiere no hacer público su nombre ni la franquicia en la que trabaja por miedo a ser despedido corrobora lo contado por Maika en una conversación con este diario. Contratado por 23 horas semanales, lo que supondría cuatro horas diarias de lunes a sábado, no hay jornada que no trabaje menos de cinco: "Si estoy de turno de mañana entro a las diez y salgo a las tres y si estoy de turno de tarde entro a la tres y, aunque el cierre es a las ocho, no salimos hasta que acabamos con la última clienta. Hay días que hemos rozado la media noche". "Los viernes se dobla turno sí o sí y el día que hace falta, también. Y si festivos como Nochebuena o Nochevieja caen en domingo no cobramos más", agrega.

Esta situación da idea del volumen de trabajo al que se enfrentan. Con servicios que cuestan una media de cinco euros llegan a cerrar con mil en caja, en locales con unos seis o siete peluqueros. Y esa sobrecarga, denuncia, les provoca problemas físicos, como contracturas o dolores de cuello. Todo ello, en su caso, por un salario que supera por poco los 500 euros. Las comisiones las cobran a partir de los 1.450 euros facturados al mes pero con la paradoja de que los tintes a 5 euros se suelen restar de lo que se termina percibiendo. "Si has hecho diez tintes te restan cincuenta euros de lo que recibes de comisión", pone como ejemplo, una directriz que, asegura, viene aconsejada por la empresa y que algunos propietarios se niegan a aplicar.

Críticas en foros

Las duras condiciones laborales de Peluquerías Low Cost —que en su web dice que cuenta con más de 600 franquicias por toda España y planeaba su expansión a Italia y Portugal— también son objeto de críticas en el foro de Internet 'indeed', donde hay diez comentarios de este año. A la última entrada, del 5 de septiembre, de un extrabajador en Granada que habla de "buen compañerismo" pero "bajos sueldos", le preceden fundamentalmente malas valoraciones por los ritmos de trabajo, la organización de horarios y los bajos sueldos.

"No hay descanso para un tentempié", denuncia un empleado el 4 de marzo de 2018 en una franquicia de Málaga: "El horario y compañeros muy bueno pero cuando llevas sin parar ya 4 o 5 horas y sigues trabajando y a las 7 horas puedes comer algo lo veo muy mal, ni una triste gota de agua y lo mínimo cada 3 o 4 horas un tentempié al menos para poder seguir trabajando en condiciones y sin mareos y debilidad. Luego, el horario se acaba los sábados a las 2 y solemos terminar a las 3 y 4 de la tarde y entre semana se acaba a las 8 y a mi me han dado las 8.30 y después barre, limpia tocadores, lavacabezas etc. o sea, somos peluqueros y también ejercemos de limpiadores".

"No puedes parar ni para beber agua", asegura un antiguo empleado de una franquicia en Valencia.

En Sevilla otro resume su experiencia así: "Estabilidad mínima de empleados. Compañerismo regular, ya que había mucha competencia entre los trabajadores por las facturaciones diarias. No dan motivación de trabajo ya que no se pagaba un salario digno, ni se respetable y se incumplía el contrato acordado desde un principio. No aseguraba en la Seguridad Social desde el primer día a cualquier nueva incorporación, cuando lo hacía, ya eran pasadas semanas. Lo mas difícil cada día, era obtener una facturación, ya que dependía de los clientes que entraban y de todo ello dependía de tu esfuerzo en obtener algo".

Otro empleado de una franquicia en Murcia lo describe como: "Regular. El sueldo muy bajo y muchas horas de trabajo. Está mal pagado".

Una peluquera que trabajó en Valencia califica en el mes de abril la experiencia de vergonzosa. "Empecé a trabajar con mucha ilusión, las condiciones eran buenas y todo parecía que estaba bien, a los 15 días llega un comunicado de la franquicia en el cual nos dicen que están mal los contratos y nos los cambian, bajándonos los sueldos y subiendo el importe a comisionar...vamos que íbamos a cobrar 200 euros menos trabajando 30 horas semanales. Si quieres comisionar tienes que trabajar muchas horas las cuales no se reflejan en ningún contrato, ni se pagan, se comisionan al 35 por cien, quitando los tintes de 5 euros, que no comisionan, con lo cual después de trabajar más de 40 horas acabas cobrando 519 euros al mes,con pagas incluidas y con suerte igual te llevas de comisiones 40 euros. Después de trabajar a destajo, haciendo muchas horas, comiendo a las 5 de la tarde después de estar currando sin parar. Los derechos de los trabajadores son totalmente vulnerados. Ojalá alguien me hubiese avisado de como trabaja esta empresa".

¿Contratos de formación vs. de obra y servicio?

Lola Santillana, secretaria confederal de Empleo y Cualificación Profesional de CC OO, aclara que para poder hacer un contrato de formación, la empresa tiene que formar a los trabajadores que no pueden estar cualificados en la materia. Estos contratos llevan aparejada bonificaciones y son muy baratos para los empresarios. Los trabajadores formados deben ser contratados por obra o servicios. A Santillana no le sorprende el bajo salario que dicen los extrabajadores de Peluquerías Low Cost que cobraban. "Los contratos ahora son muy precarios, les pagan lo que les da la gana, aunque deben de respetar los mínimos del convenio y el de peluquería no es muy alto". Ante situaciones de fraude o abuso laboral, Santillana recomienda acudir al sindicato local, para que de ahí se les derive a su federación conveniente, y repasar la guía para jóvenes sobre el trabajo (PDF) de CC OO.

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