El asesino de Pioz, a un amigo: "Qué risa, los niños no corren cuando les voy a matar, se agarran entre sí"

Patrick Nogueira, el asesino confeso de sus tíos y sus primos en Pioz (Guadalajara), al comienzo de la vista donde se juzga el cuádruple asesinato.
Patrick Nogueira, el asesino confeso de sus tíos y sus primos en Pioz (Guadalajara), al comienzo de la vista donde se juzga el cuádruple asesinato.
Pepe Zamora / EFE
Patrick Nogueira, el asesino confeso de sus tíos y sus primos en Pioz (Guadalajara), al comienzo de la vista donde se juzga el cuádruple asesinato.

La Audiencia Provincial de Guadalajara acoge desde este miércoles el juicio contra Patrick Nogueira, el asesino confeso de sus tíos y sus primos, unos crímenes que cometió en agosto de 2016 en la localidad guadalajareña de Pioz y por los que la Fiscalía le pide prisión permanente y revisable.

El juicio comenzó a las 9.00 horas, con la elección y constitución del tribunal del jurado y a continuación comenzarán las sesiones con la declaración del acusado en audiencia pública.

En el relato de los hechos se explica que el acusado acudió el 17 de agosto de 2016 al chalé de Pioz donde vivía la familia "con el propósito de acabar con la vida" de sus tíos y sus primos de 1 y 3 años, con un cuchillo de grandes dimensiones.

Según el relato de la Fiscalía se jactó de sus crímenes en los mensajes enviados a Marvin, un amigo de Brasil, poco después de cometer los asesinatos, según el relato inicial del Ministerio Fiscal en el arranque del juicio.

Así se desprende de las conclusiones enunciadas por la fiscal jefe de Guadalajara, Rocío Rojo, quien se ha dirigido al jurado popular para negar que Nogueira actuara "por arrebato" como alegaba la defensa y recordando que acudió a la vivienda de Pioz equipado con armas y bolsas de basura.

Ha reparado en las fotografías enviadas vía mensajería instantánea: "Qué risa, los niños no corren cuando les voy a matar, se agarran entre sí cuando les voy a matar", dijo Nogueira, según Rojo.

La fiscal, que ha tachado los hechos de "terroríficos", ha continuado desgranando las pruebas "concluyentes" que a su juicio se han analizado a lo largo de toda la instrucción.

Tras recordar que Nogueira huyó a Brasil toda vez que se hallaron los cuerpos un mes después de los asesinatos, ha reparado en que el autor confeso huyó a su país de origen, pero decidió regresar para no tener que enfrentarse a un proceso judicial en el país latinoamericano.

"Él recuerda todo, pero dice que no puede recordar que les mató. Sólo empieza a recordar una vez ya están muertos", ha indicado, asegurando que aunque la defensa va a argumentar "amnesia parcial" sobre cómo se llevaron a cabo los asesinatos, se van a presentar pruebas periciales y psicológicas que constatan que se trata de una amnesia selectiva "porque no le interesa" contarlo.

El relato de los hechos

Nogueira mató primero a su tía de forma sorpresiva y posteriormente a los menores.

A continuación, con el ánimo de ocultar los cadáveres, seccionó el cuerpo de su tía y lo introdujo en bolsas de plástico y también ocultó en bolsas de plástico los cadáveres de los dos niños, a los que no seccionó.

Después limpió la sangre y aguardó a su tío, al que atacó por la espalda cuando llegó de trabajar, seccionó el cuerpo y lo guardó también en bolsas de plástico.

Además, según el relato de los hechos, Nogueira, a lo largo de la tarde y de la noche y tras dar muerte a los cuatro miembros de la familia, mantuvo conversaciones por Whatsapp con un amigo que estaba en Brasil al que le pedía consejo, le relataba lo que estaba haciendo y le mandaba fotos de los cadáveres.

Los cuerpos sin vida de los cuatro miembros de la familia no fueron descubiertos hasta un mes después, en concreto el 17 de septiembre de 2016, cuando un empleado de mantenimiento alertó a los vigilantes de seguridad de la urbanización del mal olor que procedía de la vivienda.

Tres días después de la aparición de los cadáveres, Nogueira voló de Madrid a Río de Janeiro con la intención de eludir la acción de la justicia, si bien el 19 de octubre fue detenido tras regresar a España y desde entonces está en prisión preventiva.

La defensa pide 25 años alegando atenuantes y las acusaciones, prisión permanente revisable

Las acusaciones particulares piden para Nogueira cuatro penas de prisión permanente revisable, una por cada muerte. El ministerio fiscal, por su parte, se desmarca y pide 20 años por cada una de las muertes de los adultos. En esta dirección, la acusación remarca el deterioro de las relaciones entre Patrick y sus tíos, dato que considera clave para demostrar que el asesino tomó una decisión consciente de acabar con la vida de sus víctimas.

En el mismo escrito, menciona los análisis psiquiátricos realizados a Nogueira tras su detención, en los que se concluyó que no presenta patología alguna y que sus capacidades están intactas.

Por otro lado, la defensa de Nogueira califica los hechos como dos delitos de asesinato, respecto a la muerte de los niños, y dos de homicidio con la eximente incompleta de trastorno mental transitorio, la atenuante de arrebato u obcecación, o alternativamente de confesión. Por ello, pide una pena de 25 años: dos de siete años y medio por las muertes de los menores y dos de cinco por las de los adultos.

Todas las acusaciones dan por acreditado que Nogueira descuartizó los cuerpos de los adultos, que enfundó en bolsas de basura todos los cadáveres, que abandonó la vivienda al día siguiente y que en días sucesivos se deshizo de las armas.

La Fiscalía por su parte ha señalado que la pericial forense habla de que el acusado, que ha reconocido los hechos en diferentes declaraciones en el procedimiento, es un "psicópata con todos las características propias del mismo como son egocéntrico, con ninguna empatía e insensible".

El propietario de la vivienda pide una indemnización

Actuando como tercera acusación, el propietario de la vivienda alega que dejó de percibir cuatro mensualidades por valor de 650 euros cada una. Además, apunta que gastó 374 euros en suministros, 1.320 en sustitución de sanitarios, 927 euros en material de ferretería, y 17.436 euros en labores de desescombro. Para rehabilitar la vivienda, ha pedido un préstamo de 47.000 euros con 5.000 euros de intereses.

Así, esta tercera acusación particular se adhiere a las peticiones de cuatro penas de prisión permanente revisable además de añadir una indemnización de 300.000 euros.

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