Cris Lozano, eterno amor de Jacqueline de la Vega y empresario amigo de la Casa Real

Soportó dos infartos, pero no pudo con el tercero. El empresario Cris Lozano falleció este lunes en Bali, donde pasaba grandes temporadas, días antes de cumplir los 70 años.

Cris Lozano fue el eterno amor de Jacqueline de la Vega, como reconoce ella, pese a no haber llegado a buen puerto su relación sentimental. Se conocieron en el madrileño restaurante Archy y pasaron 13 años juntos (1992-2005).

Pese a la separación, mantuvieron siempre una gran relación hasta el mismo día de su muerte. De hecho, el lugar donde la muerte sorprendió al empresario, Bali, lo habían conocido juntos. "Mi compañero de viaje, mi maestro, mi amigo, mi amor, de esos amores que ni el tiempo ni una separación pueden cambiar. Toda una vida a su vera, viviendo su pasión por la vida, un visionario que veía futuro donde el resto no lo hacía", declaró la mexicana al conocer la fatal noticia.

La pareja había puesto punto y final a su relación hace ya 13 años sin hijos de por medio. Él tenía dos hijas de una relación anterior que, cuentan sus allegados, eran el amor de su vida, sintiendo una enorme devoción por ambas.

Además, Cris era tío del mediático Óscar Lozano -conocido por haber mantenido la relación sentimental con Carmen Morales, con la que tiene un hijo, y con Belén Esteban, entre otras-, que ha seguido los pasos profesionales de su tío, todo un referente en la noche madrileña, pero también marbellí. Esto último gracias, precisamente, a su sobrino.

Lozano era dueño de algunos de los locales nocturnos más transitados por los famosos, como Buddha del Mar.

Habitual era verle con Jackie en el Archy, donde, según cuenta Vanitatis, también eran recurrentes las apariciones de Felipe VI, por aquel entonces príncipe de Asturias, y la infanta Cristina. El empresario velaba y era cómplice del momento de ocio de los hermanos reales. Cuando ellos bailaban en la pista, usualmente los viernes noche, no había problema con la hora del cierre, cuenta el portal. Tampoco con la prensa, en buena armonía con las celebs que acudían a la sala.

Según la misma información, ver bailar al heredero de la corona con las modelos que formaban parte de la agencia del relaciones públicas Carlos Mundy era habitual. Lo mismo sucedía con la infanta Cristina y aquellos primeros años de enamoramiento de Alvaro Bultó.