Chris Pine sobre el alboroto por su desnudo: "Se habla sobre mi pene como si fuéramos adolescentes"

Chris Pine está un poco cansado de que gran parte del interés que suscita su última película es el desnudo que en ella protagoniza.

En Outlaw King, que se estrenará el 9 de noviembre en Netflix, Pine interpreta al legendario guerrero escocés Robert the Bruce, pero muchas de las primeras reseñas sobre la cinta solo se centran en referencias a su desnudo frontal.

"La gente se ríe de mi pene como si fuéramos adolescentes", dice el estadounidense con pesar durante una entrevista.

"Hay películas en las que se muestran decapitaciones y eso en mi país lo puede ver un niño, de 13 años, sin problemas, pero si se ve a dos personas practicando sexo, tu madre no te deja verlo", explica al hablar de esa doble moral que hay en Estados Unidos. "Las escenas íntimas están prohibidas, pero se aprueba mostrar violencia", añade.

La escena en cuestión a la que se refiere el actor ocurre cuando su personaje sale de un lago, tras haber sido coronado durante la ocupación opresiva de la Escocia medieval por el rey inglés Edward I.

Pine vio oportuno presentar al personaje como "un ser primitivo y violento" a la vez que mostraba "al hombre y al animal". Quiso "desvertir al rey para ver al humano y como su ser animal es realmente importante", prosigue el actor y también hijo de Robert Pine.

Sin embargo, la crítica ha pasado por alto la profundidad que quería darle Pine. "La gente quiere hablar sobre mi pene como si fuéramos un grupo de adolescentes jugando a girar la botella", comenta el protagonista de Star Trek.

En cambio, la desnudez de Florence Pugh, quien interpreta a la esposa de Robert, no ha interesado demasiado. Nadie habla de eso. "¿Se espera que Florence haga eso porque es una mujer y no se espera que yo lo haga porque soy un hombre?", se cuestiona Pine.

"La película contiene mucha violencia, pero se ha reducido todo al desnudo y cosas por el estilo", relata el actor. "Creo que es ciertamente un marcador de nuestra cultura puritana en la que si dos personas hacen el amor o muestran lo que Dios nos dio se clasifica para adultos, pero puedes descuartizar, decapitar y hacer locuras de ese tipo que a la gente sí que le parece correcto. Pongámonos un gran espejo y pensemos: ¿Qué está pasando, chicos?", concluye.

El director de la película, David Mackenzie, está igualmente desconcertado: "Es la quinta película en la que he incorporado desnudos masculinos frontales y no hubo tanto alboroto".