Una joven de 18 años es secuestrada, torturada y violada durante dos meses en Calais

  • Los tres detenidos, que podrían enfrentarse a cadena perpetua, son dos hermanos y la mujer del menor de ellos.
Exterior de la vivienda de Calais (en el centro) donde fue secuestrada y violada durante meses una joven de 18 años.
Exterior de la vivienda de Calais (en el centro) donde fue secuestrada y violada durante meses una joven de 18 años.
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Exterior de la vivienda de Calais (en el centro) donde fue secuestrada y violada durante meses una joven de 18 años.

Dos hermanos y la esposa del menor de ellos fueron detenidos esta semana y pasaron a disposición judicial este viernes por presuntamente secuestrar, violar y torturar a una joven de 18 años durante casi dos meses en una vivienda de Calais (norte de Francia). Los tres arrestados, que han reconocido los hechos, están acusados de violación con tortura y actos de barbarie, secuestro e intento de extorsión con amenazas, entre otros delitos.

Según recoge el diario francés La Voix du Nord, todo se remonta a principios de octubre, cuando la joven, de Dunkerke, discutió con su padre y se fue de casa. Fue entonces cuando se dirigió a Calais para encontrarse con unos conocidos: los hermanos Jessy y Dylan Vandromme —de 22 y 19 años, respectivamente— y Cécile Coquelaere —de 37 años—, esposa de este último y con quien se casó a finales de agosto.

Según las declaraciones del fiscal de Boulogne-sur-Mer, Pascal Marconville, los "celos" de Cécile pudieron provocar el inicio de las humillaciones.

Los investigadores tratan de aclarar las circunstancias que permitieron a la víctima escapar de sus verdugos y ser rescatada el pasado miércoles, en estado de shock. Varios testigos incluso han asegurado que vieron en muy raras ocasiones a la joven víctima deambulando por la calle, con evidentes signos de golpes. Sin embargo, por algún motivo siempre regresaba a la casa.

Además de las violaciones "en las que también participó la mujer", según el fiscal, la joven fue obligada a comer excrementos de gato, colillas de cigarrillos que recogía de la calle y a beber orina.

Su padre denunció su secuestro ante la Policía tras una llamada de los detenidos en la que pedían un rescate para liberarla. Sin embargo, la víctima pudo huir de la vivienda por una ventana y pedir ayuda en una farmacia cercana.

El fiscal ha pedido prisión preventiva para los tres acusados, que se enfrentan a una condena de cadena perpetua.

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