El Gobierno observa con preocupación los movimientos del PP y Ciudadanos para intentar formar gobierno en Andalucía, para lo que necesitarían los votos de Vox, hasta el punto de que su portavoz, Isabel Celáa, ha recordado este viernes que en países como Francia, Alemania u Holanda la tónica general es que "las derechas han establecido un cordón sanitario" ante la ultraderecha para impedir que entre en los Gobiernos y para "no blanquearla".

A pesar de que no es lo habitual, Celáa se ha referido este viernes en la rueda de prensa al término del Consejo de Ministros a la formación de Gobierno en Andalucía después de las elecciones del pasado domingo no sólo para asegurar que la candidata socialista, Susana Díaz, debería ser investida presidenta, sino para advertir de si el PP y Ciudadanos pactan con Vox seguirán un camino contrario al que siguen las derechas en otros países europeos.

"Prácticamente todos los países tienen establecido un cordón sanitario, las derechas no quieren conectar con la ultraderecha precisamente para no blanquearla", ha dicho Celáa de países como Francia y Alemania que vivieron el auge de la extrema derecha antes que España, "el último país en sufrir su impacto", ha dicho, en relación a los 12 escaños que obtuvo Vox en las andaluzas del 2-D.

"Suscita curiosidad cuál va a ser el modelo o la relación que van a establecer las dos fuerzas constitucionales, PP y Ciudadanos, con la ultraderecha en España, habida cuenta de las relaciones que se están estableciendo en lugares como Francia y Holanda", ha añadido la portavoz.

El Gobierno se suma así a los comentarios, o presiones, que desde la misma noche de las elecciones andaluzas han hecho políticos europeos en contra de que la derecha española, particularmente Ciudadanos, alcance cualquier tipo de acuerdo que incluya a Vox.

Así, poco después de cerrarse el escrutinio el domingo pasado, el exprimer ministro belga Guy Verhofstadt, el líder del grupo de los liberales europeos en el Parlamento Europeo, del que forma parte Ciudadanos, felicitó por Twitter a este partido por sus resultados pero advirtió de que "el éxito de la extrema derecha debería preocuparnos a todos".

Más cerca, el candidato al que avala Ciudadanos para la alcaldía de Barcelona, el exprimer ministro francés Manuel Vals, afirmaba tanjate días después que "no puede haber ningún pacto con Vox".

Hasta ahora, España constituía una "anomalía positiva" por la ausencia de la ultraderecha en sus instituciones, algo que acabó el pasado 2 de diciembre, con la entrada en el Parlamento andaluz de un partido del que Celáa ha afirmado que supone "una clara amenaza para el clima democrático de nuestro país". También "puede suponer un retroceso en relación a lo que acordamos hace 40 años", ha dicho en alusión al Estado de las autonomías que consagra la Constitución.

El Gobierno mantiene su "respeto" por los 400.000 andaluces que el domingo pasado dieron 12 escaños a Vox en el Parlamento andaluz. Pero, una vez que la ultraderecha ha llegado a las instituciones, le preocupa que PP y Ciudadanos se valgan de su apoyo, blanqueándola, para llegar al Gobierno de la Junta.

Las conclusiones que, casi una semana después, el Gobierno extrae del resultado de las andaluzas es que Díaz tiene "legitimidad para defender su candidatura a la Junta" y que Vox dio la "sorpresa" al irrumpir con tanta fuerza en el Parlamento andaluz, que lo sería aún más si finalmente se convierte en clave para que el PP o Ciudadanos terminen presidiendo la Junta.

"Vox ha sido la sorpresa en estas elecciones, pero sería aún mayor si PP y Ciudadanos quisieran buscar su apoyo", ha dicho Celáa, que ha señalado que España ha sido "el último país de Europa en sufrir el impacto de la extrema derecha y podemos ver cómo partidos de derecha son capaces de apoyarse en la ultraderecha".

Los secretarios generales del PP y Ciudadanos, Teodoro García Egea y José Manuel Villegas, se reunirán la semana que viene para intentar cerrar algún acuerdo en Andalucía, que podría limitarse a la configuración de la Mesa del Parlamento, que debe constituirse el 27 de diciembre, o podría abarcar también un acuerdo de Gobierno.

A pesar de sus guiños a Vox, el PP se mantiene ahora en la posición de querer acordar con Ciudadanos un "acuerdo global" al que después eventualmente podría sumarse el partido de extrema derecha.

Entre ambos partidos, no obstante, prevalece la diferencia, de momento insalvable, según la cual tanto PP como Ciudadanos, segunda y tercera fuerza en Andalucía, quieren presidir la Junta, obviando de este modo el principio de que debe gobernar la lista más votada, el PSOE, que ambos defienden en otras ocasiones.

A este respecto, Celáa ha recordado este viernes que esta idea, la de la lista más votada, no es algo que defienda el Gobierno y que "son otros los que han abandonado sus principios".

Por otra parte, la portavoz del Gobierno ha asegurado que "no es lo mismo" que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aceptara los votos de PdeCAT y ERC, a cuyo gobierno en Barcelona se aplicó el artículo 155 por incumplir la Constitución, que ahora PP y Ciudadanos puedan pactar con Vox para llegar al Gobierno en Andalucía.

"La diferencia es muy grande", ha indicado. "No es lo mismo una moción de censura que abordar una negociación para gobernar una autonomía, donde las fuerzas tiene que negociar y acordar", ha dicho, antes de recordar que el Gobierno de Sánchez ha llegado a acuerdos con todas las fuerzas políticas, entre ellas el PP, con quien acordó la renovación del Consejo General del Poder Judicial antes de que los populares lo rompieran "in extremis".