Málaga

Así es el pozo donde ha caído Julen: mide 110 metros de profundidad pero las cámaras solo alcanzan los 78

El agujero en el que este domingo al mediodía se cayó el pequeño Julen, de dos años y medio, mide unos 110 metros de profundidad y tiene apenas 25 centímetros de diámetro, un espacio por donde no cabe una persona adulta.

Se trata de un pozo de artesiano que se realizó hace aproximadamente un mes, una angosta prospección que se llevó a cabo con la intención captar agua en la zona del Dolmen del Cerro de la Corona, en la sierra de Totalán (Málaga).

Según fuentes de la investigación, se trata de un orificio de prospección para buscar agua de pequeño diámetro, por lo que "solo se encuentran allí los efectivos necesarios", declaró este domingo a última hora el portavoz de la Guardia Civil en Málaga, Bernardo Molto. Igualmente, dijo que de momento no se ha realizado ninguna perforación cerca del pozo para las tareas de búsqueda.

Por su parte, el diputado provincial responsable del CPB, Francisco Delgado Bonilla, señaló la "complejidad técnica" que conllevan las tareas de rescate, apuntando que el pozo en cuestión "al parecer, no contaba con protección alrededor". Al parecer, el hueco se tapó con unas piedras, según las primeras pesquisas, que habrían sido retiradas por otros menores que se encontraban en la misma zona jugando.

El orificio es algo más estrecho y menos profundo de lo que se barajó en un principio (40 centímetros por 150 metros). Las personas que trabajan en el dispositivo desconocen si hay agua en el fondo del agujero.

Tanto la cámara como el robot que se emplearon este domingo para tratar de localizar al menor no lograron sobrepasar los 78 metros de profundidad, según Diario Sur, por lo que se sospecha que se podría haber producido un movimiento de tierra dentro de la gruta. Según el medio local, el robot facilitado por la compañía de desatoros Pepe Núñez se topó con "arena húmeda" y no consiguió pasar de los 78 metros de profundidad.

El pequeño Julen cayó el pasado domingo en un pozo de 110 metros de profundidad.

Este domingo por la tarde también se barajó la posibilidad de entubar la perforación para evitar desprendimientos, pero de momento no se ha llevado a cabo. Otra de las vías de rescate planteadas es abrir un orificio paralelo para llegar al pequeño.

En la zona del pozo sólo está "el personal necesario", con el fin de "no estorbar", ha indicado. En el operativo  participan miembros del Consorcio de Bomberos de Málaga (CPB), efectivos de la Guardia Civil, incluido el Equipo de Rescate e Intervención de Montaña; el Grupo de Especialidades Subacuáticas (GEAS); de la Policía Nacional y Local, y de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES). Además, se solicitó la asistencia del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Desastres (Giped) del Colegio de Psicólogos de Andalucía y también se desplazaron hasta el lugar técnicos del centro coordinador de Emergencias 112 en Málaga.