¿Qué gana y qué pierde el Gobierno adelantando las elecciones al 14-A?

"Es una jornada histórica. La mejor noticia es que todos los españoles acudamos a votar. Huele a cambio. Necesitamos gobiernos que piensen en los españoles y españolas", dijo el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, tras votar en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
"Es una jornada histórica. La mejor noticia es que todos los españoles acudamos a votar. Huele a cambio. Necesitamos gobiernos que piensen en los españoles y españolas", dijo el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, tras votar en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
EFE
"Es una jornada histórica. La mejor noticia es que todos los españoles acudamos a votar. Huele a cambio. Necesitamos gobiernos que piensen en los españoles y españolas", dijo el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, tras votar en Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Es todavía un rumor sin confirmar, pero parece que el Gobierno ha valorado adelantar las elecciones a abril —tal vez el día 14, Domingo de Ramos y Día de la República—. De confirmarse la fecha, las generales llegarían un mes y medio antes que los comicios municipales, autonómicos y europeos del 26 de mayo. Para poder celebrarlas el 14 de abril, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debe disolver las Cortes el 19 de febrero. Sean o no el día 14, cabe reflexionar sobre qué gana y qué pierde el Gobierno de Sánchez con un adelanto electoral:

¿Qué gana el Gobierno con el adelanto electoral?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este mismo lunes y antes de conocerse el globo sonda del 14 de abril, ha culpado a la derecha y al separatismo catalán de querer confrontar y volver al pasado. Adelantándose a que ambos le tumben los Presupuestos, ha dicho: "La política hace extraños compañeros de cama" y "¿No será que viven mejor en la confrontación que en las soluciones?".

Al hilo de estas declaraciones, se hace la lectura de que el adelanto electoral a abril responde a un órdago a los independentistas, a ERC o a PDeCAT, de cara a la inminente votación de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado. Pero, en principio, no parece que vayan a claudicar las fuerzas catalanas. Al menos eso han mantenido este lunes: que sin diálogo sobre la autodeterminación no habrá Presupuestos, por más que las Cuentas sean beneficiosas para Cataluña.

Si, contra todo pronóstico, finalmente los independentistas cambian de idea y aprueban los Presupuestos, el Gobierno prorrogaría su proyecto propio hasta 2020. Si los presupuestos caen, con un anuncio del adelanto, el Gobierno consigue marcar agenda y poner la fecha de las elecciones antes incluso de recibir el varapalo. Además, mantendrían la coherencia del mensaje de que el rechazo a los PGE traería un adelanto electoral necesariamente, algo que no se han cansado de repetir desde Moncloa.

La fecha elegida, en abril, sería además bastante anterior a la que pretende la derecha. El líder del Partido Popular, Pablo Casado, pedía este mismo lunes elecciones generales "antes de agosto".

Y, por otra parte, no haciéndolas coincidir con el 26 de mayo, el PSOE también calma las aguas internas en el partido al no confrontar con los barones y alcaldes, que no están a favor de un "superdomingo" de elecciones generales junto a las autonómicas y municipales.

En otro orden de cosas, no se puede obviar que el juicio del Procès no estará ni visto para sentencia en abril, lo que parece sería beneficiosos para los intereses del PSOE, que no cargaría con la acusación de dádivas a los independentistas procesados.

¿Qué pierde el Gobierno con el adelanto electoral?

La fecha no está confirmada oficialmente. De hecho hay voces dentro del PSOE que dicen que no puede ser ese día concreto. Pero todo apunta a que habrá anticipo electoral, sí o sí, ante el abrupto final de recorrido de los Presupuestos Generales socialistas. Sin embargo, sería difícil celebrarlas el día 14 de abril, entre otros motivos, porque es Domingo de Ramos, fecha en plenas vacaciones escolares de la Semana Santa. Un día con mucha movilidad de turismo vacacional y con actos religiosos convocados en numerosos municipios.

Tampoco parece en principio muy beneficioso para el Gobierno el que se haya producido la filtración de esta convocatoria electoral al día siguiente de la movilización en Colón de PP, Ciudadanos y Vox. Puede dar la sensación de que el Gobierno claudica y admite el agotamiento del que le acusan las formaciones de derecha y ultra derecha. Santiago Abascal, de Vox, ya bromea con que le puedan regalar una elecciones el mismo día de su cumpleaños, el 14 de abril.

Pase lo que pase, sea o no el 14 de abril, lo cierto es que en el PSOE saben que sin Presupuestos Generales propios para 2019, en el ambiente de crispación actual y con el juicio del Procès en marcha, la convocatoria de elecciones generales está mucho más cerca de lo que nunca se pensó.

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