Ayudas sociales, inversiones... estas son las consecuencias de gobernar sin Presupuestos

Este miércoles se ha rechazado en el Congreso el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019, un varapalo al Gobierno de Sánchez que podría desencadenar un nuevo proceso electoral en los próximos meses e incluso semanas.

Aparte de las implicaciones políticas del bloqueo de las cuentas socialistas, el Ejecutivo encontraría inconvenientes si quiere seguir gobernando con los Presupuestos de 2018, elaborados por el Gobierno de Mariano Rajoy y prorrogados desde el pasado mes de enero.

Según Raymond Torres, director de Coyuntura y Economía Internacional de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el principal problema de mantenerse las cuentas del año pasado "es que, en materia de gasto, no pueden emprender nuevos proyectos de inversión, de contratación, nombramientos...".

"Los Presupuestos no dejan de ser la extensión económica de unas políticas públicas", alega Benja Anglès, profesor de los estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya. "Con la prórroga, el equipo de Gobierno quiere implementar unas políticas  pero no tiene el dinero para financiarlas y se ve obligado a mantener las políticas del predecesor". Aún así, el experto asegura que "hay gastos anuales que se mantienen como los sueldos de los funcionarios o el pago de la deuda".

En cuanto a los ingresos, el Gobierno predijo en sus  presupuestos que el Estado ingresaría 227.456 millones de euros, la cifra más alta de la democracia, gracias a técnicas fiscales que todavía no se han puesto en marcha. "No se podría seguir adelante con la subida de los tramos del IRPF y con los nuevos impuestos", destaca Torres refiriéndose a la tasa Google para las compañías tecnológicas internacionales y la tasa Tobin a las transacciones financieras.

Anglès señala que "habría que tramitar como ley cada uno de los impuestos que pensara implementar el Gobierno". Organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Económica y Financiera (AIReF) ya avisaron de que las cuentas eran muy optimistas en cuanto a los ingresos. Con los presupuestos anteriores no habría posibilidad de generar estas cantidades.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, advirtió ayer en el Congreso durante su intervención en el debate de Presupuestos que, si estas cuentas no salían adelante, el déficit público se elevaría "al 2,2% o el 2,4% del PIB", cuando el objetivo actual del Ejecutivo es del 1,3%, un punto menos.

Lo cierto es que, aún si los presupuestos pudieran aprobarse, las cuentas tampoco les salen a los expertos. Funcas cifró el desfase presupuestario "en el 2,1% del PIB", una diferencia de ocho décimas respecto al objetivo del Gobierno, lo que se traduce en 10.000 millones de euros más. Si las previsiones ya eran pesimistas, la prórroga de las cuentas podría elevar todavía más este porcentaje.

La inestabilidad no gusta a los mercados. Además del juicio del procés, el debate del proyecto de Presupuestos también podría afectar a los mercados, que no están en su mejor momento debido a factores como el brexit o las tensiones comerciales entre EEUU y China."Los mercados tienen reacciones compulsivas y a corto plazo les podría afectar el rechazo", apunta el analista de la UOC. Torres aclara que "el impacto que puede tener en los mercados es muy limitado", sobre todo "si se acabasen convocando elecciones en los próximos meses".

A nivel comunitario, el rechazo de las cuentas no tiene por qué provocar una reacción en la Unión Europea, según destacan los economistas. El experto de Funcas recalca que "es muy probable que la Comisión Europea hará que España abandone el procedimiento por déficit excesivo al que sumaron durante la crisis". La salida de este mecanismo de supervisión supone "menos control fiscal" por parte de la UE e, incluso, "no es descartable una revisión en positivo de las agencias de rating internacional".

A pesar de los puntos negativos, Anglès llama a "quitarle dramatismo" al rechazo de las cuentas". "Actualmente ya estamos con los presupuestos prorrogados en marcha y todo sigue funcionando". Al fin y al cabo, no sería la primera vez –ni a nivel nacional, ni a nivel autonómico– que las cuentas se estiran un año más.