Las mujeres "seguimos teniendo un rol de cantante y de 'ponte ahí que vas a quedar monísima'", lamenta Sole Giménez. Pero la artista no pretende dar pena, todo lo contrario. En su nuevo disco, que interpreta este miércoles en Fnac Callao (Madrid) a las 18.30 h, empodera a todas las compositoras que "han sabido abrirse puertas en este mundo machista".

Si en el anterior disco lucían los hombres sensibles, ¿cómo son las mujeres en este?

Son las protagonistas, porque son mujeres que han estado en la música, pero que no se las ha visto como compositoras y como autoras. Algunas de ellas han sido artistas muy conocidas, pero pocas veces se las valora como autoras. Por eso, había que hacer ese ejercicio de nombrarlas como lo que son; no son solo cantantes.

¿Qué adjetivo escoge para describirlas?

Valientes. Hay muchas generaciones en este disco. Las mujeres de mi época, que no lo tuvimos tan fácil como las más jóvenes, entramos por una puerta que ya habían abierto otras.

El álbum está dedicado a María Dolores Pradera, ¿qué la hace tan especial?

Tuve la suerte inmensa de conocerla, de tratarla y de quererla. Para mí fue una maestra en muchos sentidos, mucho más allá de la música.

¿Y qué aprendió de su maestra?

Aprendí mucho de ella: que hay que amar la vida a cada instante y que nunca hay que perder la alegría.

¿Qué lazos unen a estas siete compositoras?

Su valor y su talento. Están en este álbum por eso, porque tienen un talento extraordinario y no solo hicieron una canción sino que tuvieron una trayectoria llena de temas maravillosos. Han sido muy valientes, porque muchas se enfrentaron a mundos cerrados para las mujeres y aún así consiguieron que se abrieran para ellas.

Sin embargo, para esta reivindicación únicamente ha seleccionado éxitos musicales, ¿era necesario?

Es que tenía que ser así, porque hablar de una canción que nadie conoce y decir que está hecha por una mujer no sirve de nada. Sin embargo, si dices que Bésame mucho, que no está en el disco pero la estamos tocando en los conciertos, está compuesta por una mujer, la gente dice: "¿Qué?".

¿Por qué era importante que fueran de distintos países?

Porque tenemos una cultura común con los latinos y eso se nos olvida. También podrían haber entrado otras anglosajonas, pero para mí era más fácil cantar en mi idioma; así que me ceñí a nuestra cultura.

¿Qué le ha aportado Mujeres de música?

He aprendido de ellas, de sus historias y su valor. Y también a trabajar con una orquesta sinfónica, que no lo había hecho nunca.

Afirma que las mujeres en esta profesión han pasado muy desapercibidas, ¿por qué?

No hay que confundir entre autora, compositora y cantante.A la mujer se la ha relegado siempre a ser la cantante. Algunas han estado cómodas en ese rol, pero había otras que no lo estaban, querían ser más y a veces no tenían posibilidad.A mí nunca me preguntaban si componía, porque se daba por sentado que eso lo hacía un hombre. A partir de los 90 empezamos a dejarnos ver y ya hay artistas como Rozalén, a quien se le reconoce su labor como compositora.

¿Cómo hemos cambiado?

Hemos cambiado un poquito pero no del todo. Solo tienes que ver el número de mujeres que hay liderando algún grupo o en los carteles de los festivales de este año o del anterior: no hay. Comparativamente seguimos teniendo un rol de cantante y de "ponte ahí que vas a quedar monísima".

Entonces, ¿es este disco una manifestación al estilo 8-M?

Esto es una reivindicación de la mujer como algo más que alguien que se pone a cantar.

Publicó este álbum una semana antes del Día de la Mujer, pero el espíritu feminista es el de la lucha cada día del año. ¿Cómo reivindica el papel de la mujer en la música diariamente?

Yo tengo un único discurso, aunque es positivo. Las cosas no se han hecho bien hasta ahora y comienzan a hacerse bien, lo que es estupendo. Pero vamos a llamar la atención y pedir que se dejen de poner etiquetas masculinas y femeninas.

De las diez canciones, dos son de su cosecha, ¿por qué las eligió?

Me equivoqué estaba en mi disco anterior; es una canción que canté con Víctor Manuel y el arreglo quedó tan bonito que quise que estuviera en este. Sobre el segundo tema, la gente que me sigue me suele pedir que haga algo nuevo. Por eso, El último vals es el regalo para mis fans.

¿De qué hablan?

Son autorreflexiones. Yo no intento hacer música para convencer a nadie de nada. Pero también es cierto que la música me ha demostrado que muchas veces lo que uno siente, lo sienten los demás. O sea, que es posible llegar a otros hablando de uno mismo.

¿Con cuál de esas diez canciones le apetece más subirse al escenario?

Es un repertorio que me gusta mucho porque lo he tenido que elegir entre muchos temas. Aunque mi debilidad es La flor de la canela, porque me recuerda mucho a María Dolores [Pradera].

¿Veremos a alguna de las artistas actuales acompañarle en los conciertos de su nueva gira?

Por ahora no, porque además tienen unas agendas muy complicadas; no les voy a poner en ese quite. Aún así, el feedback que he recibido de las pocas que están vivas [Rosana, Natalia Lafourcade y Rozalén] ha sido muy positivo; les ha gustado mucho cómo ha quedado el disco.

La cantante, compositora e intérprete española nació en París en 1963. Fue la voz el grupo Presuntos Implicados durante 23 años. Con ellos grabó 10 discos y firmó éxitos como Alma de blues y Cómo hemos cambiado. En 2006 comenzó su carrera en solitario. Desde entonces ha publicado ocho discos.