Elecciones Generales

Elecciones 28-A: las víctimas de Sánchez, Casado e Iglesias en las listas para las generales

Quién ha sido purgado y por qué de cara al 28-A.
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En las listas electorales hay vencedores y vencidos. Los comicios del 28 de abril han servido a los grandes partidos para hacer una revolución muy profunda en las candidaturas. Si se pregunta a los afectados, hablan de "purga", quienes ejecutan, se refieren, de forma más suave, a una "regeneración" interna que consideraban necesaria. "¿Purga? ¿Qué purga? Se han ido a la empresa privada como unos señores", dijo el líder del PP.

Pablo Casado rechaza de forma cortante que se hable de limpieza en las listas del PP, pero al igual que Pedro Sánchez, ha aprovechado la cita con las urnas para amoldar el partido a sus objetivos. En Podemos también se produjeron los mismos movimientos, pero sus polémicas fueron poco más que televisadas. Ninguna formación política oculta su voluntad de cambiar de etapa, pero ese proceso ha dejado víctimas por el camino.

Los cambios han sido notorios, muy defendidos por quienes toman las decisiones pero también criticados a nivel interno. ¿Quiénes son los purgados?

PP y PSOE, proyecto al gusto de los líderes

El PSOE acabó reduciendo la elaboración de las listas a un cara a cara entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. Sánchez intentó lapidar el susanismo, dejando fuera de la nómina a nombres próximos a la líder andaluza como Antonio Pradas o Ignacio Urquizu, que no repite como cabeza de lista por Teruel.

El presidente del Gobierno, asimismo, degradó a quienes fueron hombres de su confianza y acabaron traicionándole. Es el caso de Antonio Hernando y de César Luena, quien irá en las listas europeas. En esa candidatura a la Eurocámara no estarán tampoco José Blanco ni Elena Valenciano. La que fuera vicesecretaria general en la época de Rubalcaba ya había evidenciado en numerosas ocasiones sus discrepancias con la actual cúpula. Otras de las salidas más sonadas fueron las de Soraya Rodríguez y José María Barreda, que fueron especialmente críticos con la deriva del Ejecutivo en el asunto catalán. Pedro Sánchez, de esta forma, ha querido reafirmarse como líder de cara a unas elecciones en las que parte como favorito, pero tras las cuales tendrá que buscar apoyos si quiere gobernar.

Igual que Díaz en Ferraz, Santamaría ha visto como sus apoyos han perdido todo el peso en Génova. Pablo Casado se rodeó de fieles en unas listas con las que aparca la fidelidad al partido y apuesta al mismo tiempo por rescatar nombres de la época de Aznar e incorporar gente de la sociedad civil sin el carné de la formación. En ese vuelco, Casado denostó a antiguos ministros como Fátima Bañez o Iñigo Méndez de Vigo, que abandonaron la política, así como a José Luis Ayllón, figura de plena confianza de Mariano Rajoy y que apoyó a Sáenz de Santamaría en las primarias. En ese grupo de olvidados está, por otro lado, Celia Villalobos.

Pero no todo son purgas en el PP. También hay degradaciones. Rafael Hernando (cabeza de lista al Senado por Almería), Juan Ignacio Zoido y José Manuel García Margallo (que irán a Europa) dejan la primera línea. Llamativo es el caso de Dolors Montserrat. La exministra de Sanidad pasará de ser portavoz del grupo popular en el Congreso a incrustarse en la candidatura al Parlamento Europeo. En el plan de Pablo Casado tampoco hay espacio para otros ilustres del partido en los últimos tiempos como Enric Millo, Alicia Sánchez Camacho o Fernando Martínez Maíllo. "Tenemos el mejor equipo. Aúna experiencia, renovación e ilusión", sentenció Casado para apartar los fantasmas.

Podemos, purga pública y progresiva

Podemos hizo una revolución que además de muy expuesta fue progresiva. El blanco de los cambios fueron los afines a Íñigo Errejón. Así, Carolina Bescansa y Tania Sánchez, que ocuparon escaño en pasadas legislaturas, ya no están en las listas. Tampoco repiten diputados errejonistas como Juan Pedro Yllanes y Miguel Vila. La piezas se fueron cayendo con el paso de las semanas e incluso una persona cercana a Pablo Iglesias como Ramón Espinar decidió bajarse del barco.

El cisma en la formación morada midió la fidelidad de sus miembros al proyecto de Iglesias. Irene Montero, Rafa Mayoral, Ione Belarra, Noelia Vera, Alberto Garzón, Yolanda Díaz o Jaume Asens conforman el núcleo duro para las elecciones.

El caso de Ciudadanos es diferente. Albert Rivera optó por colocar a la gente de partido en nuevas demarcaciones –Juan Carlos Girauta por Toledo o José Manuel Villegas por Almería– para dar espacio relevante a su punto fuerte en la precampaña: los fichajes. La lista de Madrid, liderada por el presidente, es la más potente. Tras Rivera, Marcos de Quinto, expresidente de Coca Cola, es el número dos, y tras él se sitúan la abogada defensora del pueblo gitano, Sara Giménez, el exjefe de la Policía con el Gobierno de Zapatero, Joan Mesquida, y el exabogado del Estado, Edmundo Bal.

Políticos excluidos de las listas al 28-A.
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