Gastronomía

Actuaciones en directo, premios, chupitos... El bingo que atrae a 'millennials' no es como el de tu abuela

Una drag queen realiza una actuación durante un bingo con espectáculo.
SEAGRAM'S NY HOTEL

Bajo luces fluorescentes y cañones de confeti, dos drags con pelucas rubias rizadas lanzan cantidades indecentes de cereales desde el escenario. Una multitud de jóvenes grita y baila sobre las mesas al son de las canciones, mientras se sacan fotos o lo graban con sus smartphones.

La música se para y todos corren a sus asientos. El silencio se apodera de la sala cuando cada uno coge un bolígrafo y se prepara para marcar en el cartón los números que se cantan. Así es Bongos Bingo, un espectáculo que se celebra en Liverpool (Reino Unido) y combina el bingo tradicional con bailes y premios.

Lo pusieron en marcha dos amigos en 2015 y la clave para ellos era sacar a la gente de sus casas. "Ahora mismo, la capacidad de atención de las personas es mínima y lo que buscan son shows diferentes", explica Jonny Bongo, uno de los propietarios.

Las salas de bingo llevan en declive desde hace años, pero el cambio de concepto ha llamado la atención de los millennials. Diversión con otro planteamiento para las salidas nocturnas donde se oferta algo más que un par de cañas y charlar con amigos, cuyas historias ya conoces por el mundo 3.0. "No tiene sentido ir a un bar para reunirte con tus colegas porque con Facebook e Instagram ya estás al corriente", cuenta una joven, de 25 años, que participa en este tipo de experiencias. Algunas más extrañas que otras: Dabbers Social Bingo oferta un bingo brunch en el que toda la comida es redonda, como guiño a las bolas del bingo.

Los clientes se amontonan en Tokyo Tina, un local australiano, para jugar al bingo con tazones de ramen. Los ganadores pueden conseguir desde un retrato de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, hasta una grabadora.

Las rondas de bingo son rápidas y se mezclan con actuaciones en vivo en las que también participa el público. Exprimir las redes sociales se vuelve clave para captar a las nuevas generaciones a las que hay que ofrecer actividades que se puedan compartir en Instagram inmediatamente. Bongos Bingo, por ejemplo, se ha convertido en una sensación viral gracias a las instantáneas que funcionan como una campaña de marketing perfecta.

"¡Hola, hola, holaaaa!", saluda al público un hombre travestido con un deslumbrante vestido negro de lentejuelas y tacones infinitos. El espectáculo Drag Queen Bingo de Petaluma's Sauced BBQ and Spirits (EE UU) está a punto de comenzar. Vítores, risas y silbidos le reciben antes de colocarse en la mesa con el bombo colmado de bolas. Nueva York, Ibiza, Londres, Las Vegas, Madrid... acogen eventos de estas características.

Entretenimiento para una multitud

"La gente siempre está buscando algo nuevo, pero en términos de modas, este es el mercado que se está moviendo más rápido", añade Peter Martin, vicepresidente de CGA, la consultora de análisis e investigación para el mercado de alimentos y bebidas fuera del hogar con oficinas en Reino Unido y EE. UU.

The Social Bingo Academy anuncia sus Bonkers Bingo como una fiesta nocturna con cócteles y cervezas, repleta de premios y en la que se sirve comida a mansalva. Su público, entre los 18 y 24 años, es el que ha mostrado mayor crecimiento al pasar de una participación del 7% en 2014 al 14% actual.

El papel del maestro de ceremonias no debe ser minimizado dentro del éxito de estos shows. Gilberto, nacido y criado en la Gran Manzana pero de origen dominicano, ameniza el cotarro en el Bingo brunch de El Gran Hotel Inglés como parte de la programación de la séptima y edición del Seagram’s New York Hotel.

"Hay chupitos y ganas de pasárselo bien", cuenta el cantante lírico que formó parte del musical El Rey León. Si un número, una letra o una bola se presta a una broma Gilberto la hace. Y si toca bailar o cantar el tema Wannabe de Las Spice Girls también. Hora y media de show, mientras se disfruta de un menú made in Usa (sábados y domingos hasta el 14 de abril).

"¡Bingo!", grita una voz. "¿Bingo? ¡Vamos, un ganador!", exclama. "Como nuestro primer ganador te llevas un chupito", vocea entre risas y chistes subidos de tono.

Las aplicaciones de entrega a domicilio se han sumado a la presión competitiva que tiene el sector de la restauración. El café y los elaborados menús con dos entrantes ya no son suficientes para los populares brunch. Los clientes cada vez exigen más de sus experiencias gastronómicas y los restaurantes se apresuran para mantenerse al día.

Barra libre de cócteles en el brunch es una práctica ya arraigada entre los anglosajones, pero eso comienza a no ser suficiente. Se vuelve necesario el factor entretenimiento, una vuelta al menú o modificar la manera en que se sirve. Ramses Life (Madrid) cuenta con un DJ para salirse del clásico de fin de semana. Al final, se trata de experimentar para encontrar combinaciones que funcionen, no solo juntar elementos peculiares y dispares.

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