Muere Pablo Cano, el bombero español que salvó la vida de cientos de refugiados en Lesbos

  • Cano ha fallecido a los 34 años a causa de una enfermedad "devastadora".
  • Su misión en Lesbos fue la de detectar la llegada de pateras y asegurar el desembarco.
Pablo Cano, uno de los bomberos españoles más conocidos por salvar la vida a cientos de refugiados en Lesbos.
Pablo Cano, uno de los bomberos españoles más conocidos por salvar la vida a cientos de refugiados en Lesbos.
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Pablo Cano, uno de los bomberos españoles más conocidos por salvar la vida a cientos de refugiados en Lesbos.

El bombero español Pablo Cano, conocido por salvar la vida a cientos de refugiados en Lesbos, murió el pasado sábado a los 34 años a causa de una enfermedad "devastadora", según han publicado en redes sociales sus compañeros de G-Fire Bomberos CyL.

"Adiós Pablo, la vida puede ser injusta de muchas maneras, tú hiciste lo posible por que esa injusticia no fuera tan severa con aquellas personas que lo necesitaron, y ahora se metió en tu vida de la forma más terrible. Nunca te olvidaremos, tus compañeros siempre te recordarán con cariño y respeto, y serás un ejemplo a seguir. Descansa en paz y orgulloso de haber sido la gran persona que fuiste", ha escrito G-Fire Bomberos CyL, asociación sin ánimo de lucro de ayuda, intervención y rescate.

Según informa El Norte de Castilla, este vallisoletano se ofreció voluntario para viajar a la isla de Lesbos en plena crisis de refugiados. Allí, su misión fue la de detectar la llegada de pateras y asegurar el desembarco. Atendió sobre todo a refugiados de origen sirio, que llegaban a territorio europeo huyendo de la guerra. Cano aterrizó en Lesbos el 29 de febrero de 2016 y permaneció hasta el 18 de marzo.

Muchos son los que se han despedido de él a través de las redes sociales. Especialmente, compañeros de profesión. Uno de ellos ha sido Alfonso Mata, que através de Facebook ha escrito un mensaje a modo de homenaje que comenzaba de esta manera: "Hoy es un día triste. Vamos a despedir a un gran amigo que durante este año y medio, en el que ha luchado contra una enfermedad devastadora, siempre mantuvo una actitud tan positiva que era admirable. Carismático, gran persona, un luchador. Otra vez la vida tan injusta. No por el hecho de que a sus 34 años tuviese todas las ganas del mundo por vivir, como es normal, sino porque su mayor deseo en esta vida era poder ver crecer y cuidar de su querida hija Martina, que tanto le necesitaba".

Los bomberos de Medina del Campo también han querido despedirse de su compañero: "Se nos ha ido unos de los nuestros. Nuestro más sentido pésame a la familia y a los amigos de Pablo Cano Riber. ¡Hasta siempre compañero!".

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