Tras la debacle del 28-A, Podemos se enfrenta a un gran examen el próximo 26 de mayo en forma de elecciones autonómicas y municipales, en las que cuatro años después de llegar a los principales Ayuntamientos, apenas podría sobrevivir en dos.

Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Cádiz, Santiago, Ferrol y A Coruña. Ocho consistorios que Podemos ha lucido con orgullo y donde las rupturas con las confluencias van a costarle caro. En la capital, donde el partido de Pablo Iglesias integraba la candidatura de Ahora Madrid liderada por Manuela Carmena, no tiene esta vez ninguna lista con sus siglas después de que la ex jueza y actual alcaldesa decidiera encabezar una nueva -Más Madrid- sin vinculación al partido morado. De hecho, desde esta ruptura, la relación de Podemos con la actual alcaldesa es cada vez más fría.

Tampoco tiene vinculación con Madrid en Pie Municipalista, la plataforma liderada por el ex concejal Carlos Sánchez Mato y que concurre en confluencia con IU, Anticapitalistas y personas procedentes de Ganemos Madrid. Si la formación morada ha pedido el voto para las dos candidaturas, los dirigentes del partido han intensificado sus guiños a Sánchez Mato.

En cualquier caso, ni una victoria de Carmena que estiman las encuestas ni una hipotética de Madrid en pie estaría ligada al nombre de Podemos, que condiciona su poder territorial en la región a los resultados que obtenga Serra en la Asamblea, donde compite con otras tres formaciones de izquierdas: Más Madrid de Errejón, Izquierda Unida y PSOE.

Algo parecido sucede en Zaragoza, un ayuntamiento que también puede dar por perdido si se cumple el pronóstico del CIS, que otorga una victoria del PSOE por la ruptura de Zaragoza en Común y Podemos. Si la formación morada consiguió en 2015 liderar otro ayuntamiento del cambio como este fue por la confluencia con Zaragoza en Común. No obstante, ésta última concurrirá solo con IU el 26 de mayo y Podemos se presentará con Equo.

Esta división de la izquierda supone la pérdida del consistorio para Podemos, que sería cuarta fuerza, por detrás de Zaragoza en Común, que perdería la alcadía y recaería en manos de los socialistas.

El divorcio en Valencia entre Compromís y Podemos también pasará factura al partido de Pablo Iglesias, que ha pasado de aliado del actual alcalde, Joan Ribó, a contrincante. Si tras los anteriores comicios, la formación morada firmó un acuerdo de gobierno con Compromís y PSOE, la ruptura vivida hace solo unos meses puede perjudircales también en estos comicios, donde según el último CIS Ribó podría volver a ganar en la ciudad.

Las escisiones no afectan, en cambio, al partido en Barcelona, donde volverá a presentarse el 26-M con las siglas de Barcelona en Comú y con Ada Colau como candidata. No obstante, Colau, una de las principales alcaldesas del cambio, se arriesga a perder el Ayuntamiento dada la poca distancia con ERC que predice el CIS. Según el último macrobarómetro, solo unos pocos votos decidirán en manos de qué partido estará el consistorio tras el 26-M.

Colau, que gobierna en la actualidad con 11 concejales, obtendría entre 10 y 11 en las próximas municipales disputándose el primer puesto con ERC, que sacaría entre 9 y 11. El tercer y cuarto lugar se lo disputarían el PSC, que reuniría 6-7 concejales (ahora tiene 4) y el PDeCAT, que obtendría 5-7 (ahora tiene 10). Ciudadanos obtendría entre 5 y 6 (actualmente tiene 5), el PP 2-3, y la CUP, 2.

Más fácil tiene Podemos asegurarse la ciudad de Cádiz, donde José Manuel González 'Kichi', de la rama anticapitalista de Podemos, aspira a repetir como alcalde como cabeza de lista de Adelante Cádiz, que engloba Por Cádiz Sí se Puede y Ganar Cádiz en Común. Si bien no hay una estimación del CIS sobre la ciudad andaluza, el último sondeo de SW Demoscopia para 'Viva Cádiz' estima una victoria del partido de Kichi con 11 concejales, uno más que en 2015 y a solo tres de la mayoría absoluta.

Tres ayuntamientos del cambio de los ocho totales se encuentran en Galicia y las candidaturas en las que se integraba Podemos pueden perder los consistorios. En el caso de Ferrol, el partido de Pablo Iglesias no concurrirá en la candidatura del primer edil, Ferrol en Común, después de romper con la candidatura que ganó en 2015. Tampoco concurrirá a las municipales para no fragmentar el voto, por lo que da por perdido otro ayuntamiento del cambio, que según el último traking de Sondaxe para 'La Voz de Galicia' podría recaer en manos del PP.

El macrobarómetro del CIS para las municipales solo predijo los datos de Santiago de Compostela, cuyo alcalde, Martiño Noriega, ganó las anteriores elecciones bajo la marca de Compostela Aberta, en la que está integrada Podemos. Seguirá formando parte de ella, pero fuera del Ayuntamiento, que volverá a recuperar el PSOE según el instituto demoscópico, mientras que el partido liderado por Martiño Noriega pasaría a la tercera posición.

La Marea Atlántica en La Coruña, en la que también está integrada la formación morada, también sobrevive sin ruptura, pero al igual que Santiago, se quedará fuera del Ayuntamento. La candidatura que llevó a Xulio Ferreiro a la alcaldía en 2015 bajará a un tercer puesto, según el último tracking de Sondaxe, que apunta a una clara victoria del PSOE.

Las rupturas con las confluencias arrebatan a Podemos sus bastiones municipales, que unido a la fuerza del PSOE tras las generales, deja al partido de Pablo Iglesias sin poder municipal en las principales ciudades.