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Los últimos cinco años del rey emérito desde su abdicación: achaques de salud, viajes, fotos de familia y perfil bajo

El rey Juan Carlos, durante un acto en la plaza de Colón de Madrid.
EFE

El último lustro en la vida del rey emérito, Juan Carlos I de Borbón, el que ha vivido fuera del trono, con menos responsabilidades y nuevos achaques de salud, ha sido una etapa movida y en la que han destacado sus pocos viajes oficiales, las despedidas a amigos, las imágenes familiares y un perfil bajo buscado.

Poco a poco, tras el anuncio de su abdicación, el monarca fue pasando a un segundo plano y su agenda en el exterior, por ejemplo, quedó circunscrita prácticamente a tomas de posesión de mandatarios iberoamericanos. En total, desde el 19 de junio de 2014, cuando se hizo efectiva su renuncia, ha hecho nueve viajes.

En cuanto a los actos en los que ha participado, han sido un centenar; durante los primeros seis meses como emérito, acudió en solitario, según consta en la web de la casa real. El rey ha alternado foros económicos, patronatos y actos solemnes como el del Acuerdo de Paz en Colombia con pasiones como los deportes o los toros.

Y ha llevado su propio calendario privado, no exento en ocasiones de polémica y casi siempre lejos de la reina emérita, Sofía, que, en principio, no variará sus actividades a pesar de la decisión de su esposo. Juan Carlos ha dicho que quiere "pasar una nueva página" en su vida y que lleva más de un año reflexionando.

2014: el año del adiós

El monarca no fue el único que dejó su cargo ese año, también lo hicieron grandes nombres de la política, como Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba o Alberto Ruiz Gallardón. Precisamente, hace poco más de dos semanas, el rey acudió, visiblemente emocionado a la capilla ardiente de Rubalcaba. Fue como si cerrara un ciclo: poco antes de dejar el trono, despidió a Adolfo Suárez con un "dolor grande".

En la abdicación del rey influyó sobremanera su estado de salud: había sido intervenido quirúrgicamente 13 veces, ocho de ellas en los tres años anteriores, lo que le impidió llevar a cabo su agenda con normalidad y tuvo que delegar en su hijo para algunas cosas. También lo hicieron algunos escándalos que aún le darían guerra años después, como el proceso Nóos contra su hija y su yerno o Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

Con su salida del trono, cambiaron varias cosas. Primero, su despacho. También lo hizo la composición de la familia real y su estatus jurídico de la misma, ya que todos fueron aforados por decisión del Congreso. Y se estrenó un biopic de su figura el televisión. En seis meses tras la proclamación de Felipe VI tuvo 11 actos. En octubre coincidió por primera vez en uno con Felipe VI tras el relevo en la Corona, ambos de uniforme.

El rey Juan Carlos abraza al príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, tras sancionar la ley orgánica que hace efectiva su abdicación.

2015-2017: la ubicación

Juan Carlos I comenzó a ubicarse y en marzo mantuvo su primera reunión oficial en el nuevo despacho del Palacio Real. En verano, aprovechó para reunirse con el presidente Rajoy y los tres expresidentes vivos de la democracia, Aznar, Rodríguez Zapatero y González. Ese año, varias demandas de paternidad amenazaron su tranquilidad, pero finalmente quedaron en nada. Ese año apenas acudió a una veintena de actos.

El año siguiente fue convulso, políticamente hablando. Tanto, que el monarca le contó en un viaje a Ollanta Humala, presidente saliente de Perú, la preocupación de su hijo por una investidura para la presidencia del Gobierno que no acababa de llegar. Y también hubo un reencuentro: Juan Carlos y Sofía realizaron su primer viaje juntos en dos años a la celebración del 70 aniversario de Carlos XVI Gustavo de Suecia en Estocolmo.

El rey emérito se había vuelto a ausentar, un mes antes, de la tradicional Misa de Pascua en Palma de Mallorca y también de la consabida foto familiar. La revelación de los papeles de Panamá, en los que aparecía el nombre de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la noticia de que cuatro personas de su familia se habían acogido a la amnistía fiscal o los coletazos del caso Nóos salpicaron su figura durante meses.

Aquel año y el siguiente, en todo caso, se dejó ver, por ejemplo, en el GP de Fórmula 1 de Bahréin, en las instalaciones del GP de México o en la casa Lamborghini de Bolonia (Italia). Su agenda privada seguía intacta.

El rey Juan Carlos de España (i) conversa con el presidente y director ejecutivo de la Formula 1, Bernie Ecclestone (d)

2017: el 'agravio'

El año no comenzó bien: la sentencia del caso Nóos llegó en febrero. La infanta Cristina fue absuelta, pero Iñaki Urdangarin, marido de esta, fue condenado a 6 años y 3 meses de cárcel. El segundo palo llegó en junio, ya que no fue invitado a la sesión solemne en el Congreso de conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas de 1977. Varios medios publicaron entonces que se sentía "dolido" e "irritado".

Zarzuela se apresuró a decir que fue el propio rey emérito el que decidió ceder el protagonismo a su hijo. Sin embargo, este lunes, en su carta de despedida de la vida pública ha querido dejar claro que la conmemoración del 40 Aniversario de la Constitución, a la que sí acudió después, estuvo para él "llena de emoción".

El monarca siempre ha reivindicado su papel, a pesar de estar fuera del trono. Un ejemplo: en septiembre, ante el Círculo de Empresarios y para calmar el ambiente político pidió "buenas ideas, voluntad política, amplio consenso y un clima de confianza" para recuperar la afección de la ciudadanía; poco después, su hijo lanzó uno de sus mensajes más duros sobre Cataluña. Juan Carlos se dejó ver ese año en el tenis, amigos, etc.

El rey Felipe VI y su padre, el rey emérito Juan Carlos I conversan durante el acto conmemorativo del 300 aniversario de la Real Compañía de Guardiamarinas en la Escuela Naval Militar de Marín.

2018: un año ocupado

Para resarcir la figura del monarca, el año 2018 se planteó desde Zarzuela como un sinfín de iniciativas y actos con diversos ámbitos de la sociedad civil. Lo primero que hizo fue acudir el 6 de enero a la Pascua Militar con Felipe VI y Sofía. Un día antes, celebró una comida con 70 comensales, a la que solo faltaron la infanta Cristina y sus cuatro hijos. Ya ha revelado que fue ese día cuando empezó a pensar en retirarse.

En abril volvieron los problemas de salud: el rey se sometió a la decimoquinta operación de su vida y la décima en los últimos ocho años. Fue en la rodilla. Como consecuencia de la intervención, un mes después se le pudo fotografiar en silla de ruedas y su hijo llegó a decir que estaba "fastidiado", de ahí que se ausentara en verano de las vacaciones y las regatas de Palma de Mallorca, una de sus mayores aficiones.

No pasó unos meses fáciles, ya que el asunto de Corinna zu Sayn-Wittgenstein volvió a la actualidad por unas grabaciones telefónicas relacionadas con el excomisario José Villarejo. Aunque en septiembre, el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea archivó finalmente la pieza del caso Tándem que lo salpicaba. Aún volvería a tener un disgusto ese año, debido a una foto junto a Mohamen bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí.

En el 80 cumpleaños de la reina Sofía, sí se produjo la ansiada foto familiar completa. Fue poco después de que la princesa de Asturias, Leonor, pronunciara sus primeras palabras en público. El rey se confesó muy orgulloso de su nieta. Y poco antes de que el rey asistiera en el Congreso de los Diputados al 40 aniversario de la Constitución, acto en el que fue ovacionado por el público presente.

El rey Juan Carlos, a la salida del hospital, tras recibir el alta médica después de que fuera operado para sustituirle la prótesis de la rodilla derecha que le implantaron en 2011.

2019: últimos actos

El rey emérito celebró en enero su 81 cumpleaños sin acto oficial, pero con toda su familia. En marzo se dejó ver en la plaza de Las Ventas para la gala de presentación de los carteles de la Feria de San Isidro, en la que apareció con un fuerte moratón en el ojo izquierdo. Poco después se supo que se debió a la extirpación preventiva de una lesión cutánea que tenía como consecuencia de su exposición al sol. Ese mismo mes, el TC tumbó la comisión de investigación sobre la casa real que había aprobado el Parlament de Cataluña y que, en muchos aspectos, quería indagar en algunos de sus asuntos privados.

La última actividad institucional protagonizada por el rey Juan Carlos tuvo lugar el pasado día 17 en el Monasterio de El Escorial con motivo de la entrega de II Premio Órdenes Españolas, donde dirigió las que probablemente sean sus últimas palabras en su acto oficial. El día 11, fue junto a la reina Sofía a la capilla ardiente del exvicepresidente del Gobierno y exlíder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Su última aparición pública tuvo lugar el pasado miércoles, día 22, en la plaza de toros de Las Ventas para presenciar una corrida junto a su hija Elena. Al dejar de desarrollar actos oficiales, los recursos humanos y presupuestarios que dispone Juan Carlos I podrían modificarse, aunque aún no se ha tomado ninguna medida.

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