El PSOE amenaza con ir a nuevas elecciones e insiste en dejar a Podemos fuera del Gobierno

El PSOE tiene la sartén por el mango y quiere tensar la cuerda hasta el final. Ferraz amagó este lunes con la repetición de elecciones si PP, Cs o Podemos no facilitan la investidura de Pedro Sánchez. "La alternativa a una investidura viable es la repetición electoral", dijo el secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, que además recordó al resto de partidos que las urnas "tienen memoria" y que los españoles "no perdonarán a quien ponga en solfa la viabilidad de la legislatura". Este mensaje, del que trasluce que el PSOE no estaría incómodo con otros comicios, es un aviso previo a la ronda de reuniones de Sánchez con Iglesias, Casado y Rivera, que se inicia este martes.

Para Ábalos, populares, naranjas y morados son los que deben dar cuenta a los ciudadanos de si están "dispuestos a sentarse" para facilitar la investidura o prefieren "dar una patada al tablero de la gobernabilidad". Estos movimientos, sostuvo el secretario, se deben "no solo al encargo del rey", sino también a la "voluntad expresada por los españoles" tanto el 28-A como el 26-M, cuando el PSOE fue la fuerza más votada. Pero en Ferraz se niegan a que el foco se coloque solamente sobre ellos. "Esta obligación no solo interpela al PSOE, sino que es competencia y responsabilidad también del conjunto de fuerzas políticas", advirtió Ábalos.

El PSOE, por tanto, insiste en meter presión a PP, Cs y Podemos. En palabras de la dirección socialista "es mucho lo que está en juego" y estos días de conversaciones servirán para que los españoles sepan "con qué dosis de generosidad y patriotismo unos y otros abordamos estas negociaciones".

La vía del Gobierno de coalición con Podemos está completamente cerrada para el PSOE, y este es el principal punto de fricción entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El líder de la formación morada insiste en la necesidad de entrar en el Ejecutivo y ve "irresponsable" que su homólogo socialista se niegue siquiera a explorar esta vía. "Que a tanta distancia de la mayoría absoluta diga 'o yo o yo' me parece impresentable", esgrimió ayer Iglesias –recordando la mención de Sánchez a "o gobierna el PSOE o gobierna el PSOE"–.

Pero Ábalos ve más inconvenientes que ventajas en esa fórmula. "No solo no resuelve la gobernabilidad, es que no resuelve la investidura", dijo. La coalición, para el PSOE, solo sería viable si ambas formaciones sumaran mayoría, pero "no es el caso". Pero además, tras apuntar que la composición del Ejecutivo "debe regirse por la confianza y empatía que generen sus miembros al presidente", el dirigente socialista señaló no entienden "un Gobierno vigilado y condicionado".

Pero la rotundidad del PSOE también se repitió tanto en el Partido Popular como en Ciudadanos. "No solo no vamos a facilitar la investidura de Pedro Sánchez, sino que la vamos a dificultar". Así de firme se mostró el secretario general de los populares, Teodoro García Egea. Esta afirmación sirvió como respuesta a lo dicho por la candidata de la formación a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien abrió la puerta a una abstención de los suyos.

La desautorización por parte de Génova fue total: "Nosotros no somos un partido bisagra", sostuvo Egea, quien recordó el "no es no" de Sánchez en la investidura de Rajoy. La dirección de Pablo Casado no rehuye un adelanto electoral, y menos después de haber mejorado resultados entre las generales y las autonómicas. Esa recuperación de apoyos da cierta tranquilidad al PP en caso de que haya que volver a las urnas.

"A todos nos gustaría que Sánchez no gobernase con los nacionalistas pero es la única opción que tiene", sentenció el secretario general. Tiene claro García Egea que es tira y afloja sobre una posible abstención es algo que se alimenta desde el PSOE. "El debate sobre la abstención le interesa claramente al PSOE. Tiene unos socios naturales", explicó.

Sánchez no podrá contar tampoco con el beneplácito ni la abstención de Cs. El secretario general de la formación, José Manuel Villegas, aseguró que no habrá "ninguna sorpresa". Rivera va a trasladarle al líder socialista que "ningún voto a Cs servirá para que sea presidente, ni por activa ni por pasiva".