Noche de lujo con una poderosa Mariah Carey en los Jardines de Pedralbes

  • La cantante ofreció en Barcelona el único concierto en España de su gira 'Caution World'.
La cantante estadounidense Mariah Carey, durante el único concierto en España de su gira 'Caution World Tour 2019', en el Festival Jardins de Pedralbes, en Barcelona.
La cantante estadounidense Mariah Carey, durante el único concierto en España de su gira 'Caution World Tour 2019', en el Festival Jardins de Pedralbes, en Barcelona.
Sergi Parames / FESTIVAL PEDRALBES / EFE
La cantante estadounidense Mariah Carey, durante el único concierto en España de su gira 'Caution World Tour 2019', en el Festival Jardins de Pedralbes, en Barcelona.

Lentejuelas, bailarines, piano de cola, un palacio iluminado como si fuera un cuento de hadas y, sobre todo, la poderosa voz de Mariah Carey convirtieron la noche de este lunes en un lujo para el publico del espectáculo que ofreció la diva en los Jardines de Pedralbes de Barcelona.

Un lujo caro, porque las entradas valían entre 140 y 300 euros, pero que valió la pena a juzgar por las caras de alegría de las 2.300 personas presentes en el único concierto en España de la gira Caution World y el primero en Barcelona de la larga carrera de la estadounidense.

"Hola Barcelona, estoy muy contenta de estar aquí por primera vez", dijo Carey, demostrando que, aunque el repertorio cambie muy poco en cada una de las paradas de la gira, ella sabe muy bien donde está cada noche.

Esta noche estuvo en el elegante escenario de los Jardines de Pedralbes, donde cada verano instalan gradas frente al palacio del mismo nombre y lo convierten en el fondo escenográfico de una serie de recitales bajo las estrellas que reúnen a un público variado, aunque principalmente espectadores maduros con poder adquisitivo.

El de hoy fue un concierto de gala, por lo excepcional de ver a Carey en Barcelona y, además, poderlo hacer en un escenario que permite proximidad.

Pero también por la poderosa presencia de la cantante, que repasó sus grandes éxitos alternados con algunas canciones de su nuevo disco, derrochando capacidad vocal y saber estar sobre el escenario.

También fue derrochadora en lo que ha vestuario se refiere y se cambió de ropa cinco veces: desde el vestido corto de lentejuelas doradas, al vestido largo de lentejuelas azules, pasando por un maillot que le permitió lucir piernas y un traje negro con luz propia que marcaba curvas cambiando de color.

Pero el momento cumbre ha llegado al final, cuando se disfrazó de princesa con un vestido largo de color rosa y ha interpretado Hero.

Ritmos disco

El concierto había empezado una hora y veinte minutos antes, con 25 minutos de retraso, y toda la banda (cinco músicos y tres coristas) anunciando musicalmente la entrada triunfal de la reina.

El público en pie recibió a Carey, que empezó la noche cantando A No No, de su último disco Caution, rodeada por cuatro bailarines con pantalones ajustados, chalecos brillantes y el pecho al descubierto, luciendo cuerpo y capacidades acrobáticas.

El concierto siguió con un claro tono de celebración y muchos temas bailables, como Dreamlover y You Don't Know What To Do, en los que hizo memorables exhibiciones de capacidad vocal.

Los ritmos de discoteca de los años 90 dominaron la noche, pero también hubo momentos de carne de gallina, baladas y temas emotivos.

Entre estos últimos, Anytime You Need A Friend, Caution y My All, que empezó cantado en español pero rápidamente siguió en inglés.

Simpática, Carey habló de las canciones, presentó el nuevo disco, firmó carátulas a los afortunados de la primera fila y se movió de lado a lado del escenario sonriendo a todos.

El momento 'disco' álgido llegó con la versión de Last Night a DJ Saved My Life y el superemotivo en los bises, con la canción que cerró el concierto: la eterna I Can't Live, con el público definitivamente en pie, en un concierto en el que sobraron las sillas.

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