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Emilio Aragón: "No me arrepiento de nada, la vida hay que aceptarla"

El actor y músico recibe un premio por su labor humanitaria.
ELENA BUENAVISTA

El polifacético de Emilio Aragón asegura tener "muchos defectos". Cuesta creer que después de pasar por cine, radio, televisión, así como el mundo empresarial y del espectáculo, aún le queden "muchas asignaturas pendientes". Por si fuera poco, este miércoles acudía al Casino de Madrid a recoger el premio A toda una vida profesional, un galardón que resalta otra de sus grandes y múltiples facetas: la humana.

¿Qué hace un artista polifacético como usted dedicado a la solidaridad?

Es un compromiso natural. Al margen de participar con otras organizaciones, hace ya casi 20 años que Rodrigo Uría, de Acción Contra el hambre, me invitó a participar. Le dije que sí, pero que lo que quería era conocer el corazón de la entidad viajando a ciudades y a pueblos donde cooperamos. A partir de ahí nació ese romance del que estoy tan agradecido y al que espero seguir perteneciendo.

Como contador de historias, como le gusta definirse, ¿qué anécdota destacaría de estos 30 años de compromiso social y cultural?

Historias como la de un chico que fue a colaborar con 18 años a Bali y que prácticamente no volvió a su casa, se quedó ahí ayudando. Yo siempre me quedo con la parte positiva, la parte esperanzadora y, sobre todo, con los testimonios de los cooperantes.

¿Hay detrás de todas esas acciones una experiencia, una visión del mundo o un sentimiento religioso?

Es una cuestión de compromiso. Puede sonar a cliché, pero es intentar devolver a la sociedad lo que la sociedad te da. Acción contra el hambre es una organización que a lo largo de todos estos años ha conseguido un músculo lo suficientemente grande como para poder afrontar el agua, el hambre, los niños, las catástrofes... Como inmigrante, el hecho de viajar y conocer culturas también forma parte de todo esto. Se trata de enriquecerte con la otra cultura y de aportar a los otros con la tuya.

De alguna manera, ¿guarda relación con el propósito de escapar de los episodios de estrés que le ocasionaba la fama en sus días televisivos?

[se ríe]. Ya incluso en esa época estaba bastante implicado, pero ahora que estoy detrás de las cámaras puedo escapar aún más.

Ha pasado por la pantalla, el mundo de los espectáculos, el empresarial... ¿la música ocupa un lugar prioritario en sus múltiples facetas de artista?

Sí, yo ante todo soy músico. Aunque haga cine, teatro o televisión siempre vuelvo a la música; siempre me está esperando.

Hay algo de Cuidado con Paloma o Te huelen los pies en su nuevo disco Bebo San Juan?

Nada, nada que ver. Además, este disco nació de carambola, era un regalo a mi mujer, madre y nietos, pero que cuando en mi entorno me hicieron un ocho, no me quedó otro remedio que editarlo. Se trata de música cubana y como es una cosa personal toma el nombre de Bebo San Juan, porque mis nietos me llaman Bebo.

¿Le entró nostalgia cuando lo grababa?

La música tiene el poder de transportarte. Para mí ha sido un viaje emocional muy interesante porque nací en La Habana y tengo una madre cubana y una casa en la que, de alguna manera, se ha vivido en cubano. No es lo mismo componer para otros que hacerlo tú en primera persona.

¿Está La Habana fosilizada o ha cambiado desde su niñez?

Yo salí en el año 60 y no he vuelto. Lo que sé de ahí es a través de la prensa o de las cartas que mandan las primas de mi madre. Lo único que espero es que tengan la misma suerte que nosotros tenemos aquí de echar la papeleta en una urna, nada más y nada menos.

¿Tiene algún defecto Emilio Aragón?

Sí, sí, muchos. ¡Pregúntale a mi mujer! [se ríe].

¿De qué se arrepiente?

Yo no me arrepiento de nada. Lo bonito de la vida es que hay que aceptarla como viene, con tus mejores momentos y peores. Lo interesante de ella no es la meta sino el viaje.

¿Qué consejo le daría a sus nietos para vivir 'toda una vida profesional'?

Querer mucho lo que haces y vivirlo con pasión. Todo lo que he hecho lo he vivido con la máxima ilusión y entrega. Fuera Médico de familia, grabando un disco, rodando una película o haciendo un programa de radio.

Hablando de series, ¿cuál es su favorita del momento?

Hay algunas que tengo en el tintero. Por ejemplo, Peaky Blinders es una serie fantástica, muy bien escrita y con grandísimos actores. Breaking Bad o The good wife también me gustan. Luego está el fenómeno de Juego de Tronos...

¿Le gustó el final?

No la he visto. Solía ver capítulos sueltos, o sea que la serie se me escapa.

A día de hoy si escuchamos "¡Hola don Pepito!", respondemos "¡Hola don josé!"; o si dicen "¿Cómo están ustedes?" Solo cabe un "¡Bieennn!"... ¿Por qué ya no hay referencias colectivas?

Pues habrá que volver a hacerlo, ¿no? Aunque a lo mejor en el mundo infantil actual, en lugar de con canciones, es con series. La gente recuerda las frases de mi padre y de mi tío por la fuerza de la canción, pero creo que los niños se sienten identificados con personajes de series como Bob Esponja.

¿Qué le falta por hacer a Emilio Aragón?

Tengo muchas asignaturas pendientes, aún me queda por hacer mucho cine y muchos guiones. Ahora estoy dándole vueltas a un nuevo libro. En el terreno personal, muchas vueltas al mundo y visitar culturas y ciudades que no conozco.

Redactora '20minutos'

Soy redactora de Política en la sección de Nacional desde 2022. Sigo de cerca al PP desde Génova, el Congreso y, a veces, el Senado. Antes, estuve encargada de la información municipal de Madrid durante tres años, aunque primero me formé en Cultura a mi llegada a 20minutos en 2019. Hice prácticas en El Mundo y en Europa Press. Colaboro en Capital Radio. Graduada en Periodismo por la UNAV. Madrileña con sangre navarra.

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