Internacional

Muere el expresidente egipcio Mohamed Morsi durante una sesión en el tribunal que le juzgaba por espionaje

El primer presidente de Egipto elegido democráticamente en las urnas, el islamista Mohamed Morsi, falleció este lunes tras seis años de detención casi en aislamiento y sin acceso a tratamiento médico adecuado, castigado tras su derrocamiento en el golpe de Estado militar de julio de 2013.

El exmandatario, de 67 años, murió delante de un tribunal de El Cairo, donde estaba asistiendo a una sesión del juicio contra él por cargos de espionaje, en uno de los tantos procesos judiciales abiertos en contra del islamista después de su caída en desgracia.

Las autoridades no han revelado de momento las causas del fallecimiento, pero la Fiscalía General afirmó que Mursi se desmayó dentro de la jaula de los acusados y fue trasladado directamente al hospital, donde ingresó cadáver.

En un comunicado, el fiscal general, Nabil Sadeq, indicó que el preso "llegó al hospital muerto a las 16.50 (14.50 GMT) y se comprobó que no había heridas recientes a la vista en el cadáver del fallecido".

El expresidente fue enterrado este  martes en El Cairo acompañado únicamente de su familia, ya que las autoridades egipcias rechazaron que fuera en el cementerio familiar en la provincia de Al Sharqia (norte).

Aislado

La salud del exmandatario se había deteriorado durante los años de detención, la mayor parte de los cuales los pasó recluido en la prisión de Borg al Arab, ubicada en un paraje desértico al oeste de la ciudad mediterránea de Alejandría.

Desde ese centro penitenciario era trasladado a la capital en avión o en helicóptero para comparecer en los juicios abiertos contra él y sólo en esas ocasiones se le pudo ver en los últimos años, siempre detrás de las rejas de la jaula de los acusados.

Su familia, así como organizaciones de derechos humanos, habían denunciado que Morsi estaba en régimen casi de aislamiento, no se le permitía recibir visitas ni tratamiento médico.

Amnistía Internacional aseguró el pasado febrero que el expresidente solo había recibido tres visitas desde que fue detenido tras el golpe de Estado del 3 de julio encabezado por el actual mandatario, Abdelfatah al Sisi.

Los partidarios de Morsi han responsabilizado de su muerte a las autoridades egipcias y la han calificado de "asesinato".

El primer presidente electo tras Mubarak

Las condolencias fueron difundidas este lunes a través de las redes sociales, procedentes en su mayoría de fuera de Egipto, de donde han ido saliendo los islamistas en los pasados años.

El Partido Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes, calificó de "asesinato" la muerte del expresidente y responsabilizó "a las autoridades golpistas del martirio" de Morsi.

Según uno de los abogados de la defensa citado por el partido, Morsi dijo este mismo lunes ante el tribunal, poco antes de morir: "mi país es querido aunque sea injusto conmigo".

Durante sus comparecencias ante el juez, el humilde profesor universitario que pasará a la historia como el primer presidente democrático tras la revolución egipcia de 2011 que derrocó a Hosni Mubarak, no dejó de reivindicar nunca su legitimidad como jefe de Estado. Tras su salida del cargo fue detenido y juzgado por numerosos casos —en uno de ellos llegó a ser condenado a muerte— que él rechazó y describió como una campaña política contra él.

Los dos países más próximos al Gobierno de los Hermanos Musulmanes, Turquía y Catar, expresaron su pésame por la muerte de Mursi y el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, lo calificó de "hermano mártir".

Estado de alerta

El Gobierno egipcio no se había pronunciado aún este lunes sobre la muerte inesperada de Mursi, ocurrida mientras el presidente Al Sisi se encuentra de viaje oficial en Bielorrusia.

El Ministerio de Interior anunció que la Policía y las Fuerzas Armadas han elevado el estado de alerta y han reforzado la seguridad en las calles, y la vigilancia de plazas y lugares destacados.

En el centro de El Cairo y en la principal estación de trenes de la capital se reforzó la presencia policial, con vehículos blindados y personal antidisturbios, pero la actividad ha seguido como un día normal.

Mientras tanto, su hijo Ahmed Mohamed Morsi le despidió con una breve frase en Facebook: "Padre, nos encontraremos ante dios".

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