Toledo sueña con un parque temático que viajará en el tiempo

Hay un lugar en Francia, a una hora en coche de Nantes, donde el tiempo se para y los Mosqueteros desenfundan sus espadas. Allí, en un bosque de 60 hectáreas, el circo romano pide sangre, las trincheras de la Segunda Guerra Mundial retumban y los vikingos surcan las aguas a la conquista.

Se trata de un viaje en el tiempo con nombre y apellido francés: Puy Du Fou, un parque temático con un concepto diferente. No hay montañas rusas ni lanzaderas porque los espectáculos que recrean la historia del país son las verdaderas atracciones. Y lo hacen a lo grande: con bailarines, actores, jinetes y especialistas que bien se tiran de lo alto de una torre en llamas o saltan por los aires. Es como asistir a una película de acción sin pantalla. También hay escenarios inmersivos gracias al 3D.

"Los parques temáticos actúan sobre la parte visible, generan sensaciones rápidas. Nosotros trabajamos en la parte invisible, sobre las emociones", explica a 20minutos.es su presidente, Nicolas de Villiers, quien deja claro que ellos no son historiadores, sino artistas que, junto a historiadores y periodistas, parten de "leyendas" para hacer un "poema de la historia".

Con ese viaje en el tiempo sueña, precisamente, Toledo, la ciudad que escogió la compañía para expandir su negocio de más de 40 años fuera de las fronteras y que abrirá sus puertas el 30 de agosto. "Analizamos diez países de los que quedaron tres, la zona austrohúngara, Italia y España", añade Villiers, que desgrana los motivos que les llevaron a decantarse (y "enamorarse") de Toledo. "Representa muy bien España porque tiene su historia en sus paredes y su arquitectura representa todos los tiempos. Además, es una ciudad muy turística y también está cerca de Madrid. Tiene un público potencial enorme".

Lo cierto es que en Toledo las cosas no serán exactamente igual que en Francia. Trasladar un proyecto de esas dimensiones no se hace en dos días, sino por etapas. Así, el parque temático no abrirá sus puertas hasta 2021, pero echará a andar antes de una forma peculiar. Será el próximo 30 de agosto cuando 5 hectáreas del Arrabal, a 10 minutos en coche del casco histórico, acogerán El sueño de Toledo, un espectáculo nocturno que se representará otras 14 veces en 2019 y que abordará 1.500 años de historia de España, desde los visigodos a la llegada del ferrocarril.

Don Quijote, Colón, Napoleón, el Greco o Carlos V tendrán su minuto de protagonismo en una función que durará 75 minutos y que contará con un despliegue imponente. Los datos hablan solos: 185 jinetes y actores en el escenario, 1.200 trajes de época, más de 2.000 personajes, 4.000 espectadores y una banda sonora que se está grabando ya en Londres. Las entradas (ya disponibles en www.puydufouespana.com o en el 925 63 01 35) cuestan 24 euros.

El espacio contará también con un mercadillo medieval y zona de restauración tematizada. Y es que uno de los encantos del Puy Du Fou de Francia —que en 2012 y 2014 fue reconocido como el Mejor parque del Mundo y en 2018 como el Mejor de Europa por las opiniones de los usuarios en Trip Advisor— son los pueblitos que se encuentran los visitantes cuando van caminando por el parque, de un espectáculo al aire libre al siguiente. Allí, hay aldeas que transportan al Medievo y otras al siglo XVIII. La idea es que en España, para 2021, haya un campamento morisco, un pueblo de artesanos y otro medieval castellano de 3.500 m2.

En la provincia, hace tiempo que sus vecinos no hablan de otra cosa. Irene, una bailarina de 26 años de Talavera de la Reina, se enteró por sus padres. "Me lo dijeron y me apunté a los castings. Fueron muy duros. Había pruebas de resistencia, de combate, acrobacias... No pensaba que terminaría combatiendo", cuenta entre bambalinas, con el maquillaje todavía puesto de la última función sobre el agua.

Pruebas superadas, llegó en abril a Francia a modo de entrenamiento, para experimentar lo que será Puy Du Fou en España. Y con ella, otros 27 españoles que cuando no están delante del público se forman allí mismo en distintas disciplinas. Como Irene, que antes estuvo bailando en Port Aventura, o Adrián, un madrileño de 26 años que desde pequeño tuvo claro que él quería ser especialista.

Sus padres, en un llamamiento desesperado a la coherencia, le dijeron que no lo hiciera, que eso era peligroso. Pero él, ni caso. En su currículum: esgrima japonesa, medieval, caballo... y La casa de papel, una serie que dejó hace unos meses para ir a Francia a luchar, combatir, tirarse desde lo alto de un castillo y otras tantas prácticas que tanto gustan pero que solo unos pocos 'locos' se atreven a reproducir. "Esto es duro, pero vas creciendo. Cuando vine tenía vértigo y ya es como si fuera andar por casa".

Por si se lo preguntan, la serie la dejó porque cree que en Puy Du Fou tendrá "más oportunidades". "Me están formando para ser profesor", dice con optimismo. Tanto él como el resto de españoles dejarán Francia en julio para empezar a trabajar en El sueño de Toledo... y, también, en el suyo propio.