Manuel Carrasco ha llegado a convertirse en uno de los referentes de la música española actual, pero no todo en su trayectoria ha sido fácil. El cantante, que se encuentra inmerso en la gira por España de su último disco, La cruz del mapa, ha contado en una entrevista en El País la situación que vivió y las circunstancias que casi le hicieron tirar la toalla: el control de su carrera tras Operación Triunfo y su temor a la fama debido a su timidez.

"Me lo quedé todo dentro. Fueron muchos años de tragármelo todo. No disfrutaba haciendo discos ni en el escenario. No era feliz. Y me preguntaba: '¿Me merece la pena?'. Fue justo cuando decidí ir a terapia", se ha sincerado.

Su tabla de salvación fue Dulce, su psicóloga, que le ayudó a salir de ese pozo entre 2012 y 2016 y cambió su vida. "Me ayudó muchísimo. Además, leí bastante sobre el autoconocimiento, libros de autoayuda. Me empecé a conocer, a ubicar las cosas. Al miedo hay que enfrentarse y mirarlo a los ojos. En esta profesión no te puedes fiar. Es una profesión donde te regalan el oído, vives en un lugar falso de brillo, luces. No es un mundo real. Te rodeas de mucha gente que siempre quiere algo", indica el cantante.

Carrasco, que quedó segundo tras participar en 2002 en la segunda edición de Operación Triunfo, ha explicado todo lo que le ocurrió al salir del talent musical: "Llega un momento en el que no controlas tu vida. Hay gente que la controla. Te dicen lo que tienes que hacer: por aquí no vayas, por aquí sí. Cuando yo preguntaba algo, ya estaba hecho. '¿Pero qué está hecho? ¿El disco? Es que no estoy de acuerdo con ese disco'. Muchas veces me dije: 'Mira, esto no me merece la pena, me marcho para casa'. Tuve ataques de ansiedad... Lo pasé mal, muy mal".

Las cosas cambiaron con su segundo disco: "Hice un montón de canciones: no eran las mejores, pero eran las mías", añade el artista andaluz.

Con el éxito, llegó también su temor a la fama. "Estoy en una profesión que voy contra natura. No soy el tipo que quiera ponerse ahí en medio, no. Pero lo tengo que hacer. De alguna manera quería ser artista, pero no me hacía feliz. No disfrutaba haciendo discos ni en el escenario".

Su psicóloga Dulce fue quien logró que Carrasco pudiera enfrentarse a sus miedos, aunque el artista no ha dejado de estar alerta. "Todo lo que me pasa es motivo suficiente para sentirme feliz, pero a veces no es así. Sientes una carga de exigencia muy grande. Estoy muy expuesto personalmente y tengo la sensación de que tienes que ser lo más de verdad posible", asegura.

El cantante actuará el próximo 29 de junio en el estadio Wanda Metropolitano ante 50.000 personas, donde presentará su último disco y hará un repaso de sus ocho álbumes anteriores y repetirá el éxito cosechado en otros lugares de la gira como Murcia, Granada, Bilbao o Sevilla.