Lily Allen, de 34 años, se "sorprende" por no "estar muerta"

Lily Allen describe la industria de la música como un "lugar hedonista" cuando ella entró a formar parte de él. Fue en 2002 cuando firmó su primer contrato discográfico y en 2006 lanzaba su primer álbum.

"Me sorprende no estar muerta. La industria de la música era un lugar hedonista en el 2000. Las personas que se entregan generalmente no salen del otro lado. Tener hijos desencadenó responsabilidades", dice la cantante, de 34 años, a The Guardian.

Años atrás, la estrella habló sobre sus experiencias con las drogas y el alcohol y ahora considera que el sexo también fue una adicción en su vida. "Elegí el sexo sobre la heroína. No me di cuenta en ese momento, pero las adicciones pueden manifestarse de todas las maneras".

Para ella, consumir sustancias o practicar sexo servía para "taponar otras cosas como el dolor o el miedo". Y añade: "Hay todo tipo de cosas destructivas a las que puedes llegar".

Actualmente, la estrella está preocupada por la influencia que tendrá Instagram en sus hijas Marnie Rose, de 6 años, y Ethel, de 7. En opinión de Allen, la red social alienta a las jóvenes a valorarse a sí mismas en función de su apariencia física.

Lily agregó que cree que la gente está motivada para "quitarse la ropa" por la aprobación y los "me gusta".