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El siglo de las olas de calor de récord: irán a más en intensidad y frecuencia

La primera ola de calor del verano dejó temperaturas por encima de los 40ºC.
EFE

La ola de calor que barrió la Península la semana pasada y que ya ha desaparecido —aunque las temperaturas amenazan con subir de nuevo este fin de semana— ha causado al menos cuatro muertos en España, y ha destrozado récords. Las efemérides meteorológicas se han sucedido prácticamente en todas las regiones del país, pero estas temperaturas tan anómalas parecen condenadas a repetirse durante el resto de siglo. Los datos apuntan a que los días de verano con los termómetros anormalmente disparados serán cada vez más frecuentes.

Según un estudio de la Aemet hecho público este martes, la pasada ola de calor fue la más cálida en las últimas cuatro décadas en un mes de junio. Pero no solo eso. A finales del siglo XX, tenían que pasar más de 30 años para observar episodios de calor que rompieran récords en este mes. Sin embargo, en los meses de junio del siglo XXI, casi cada cuatro años una masa de aire excepcionalmente cálido ha recorrido España. La frecuencia se ha multiplicado casi por diez en apenas dos décadas.

Los récords

Hasta siete estaciones de medición alcanzaron valores máximos inéditos en su historial de registros. En Burgos, Lleida, Girona, Navacerrada (Madrid), Madrid, Torrejón de Ardoz (Madrid) o Calamocha (Teruel) jamás se habían visto valores térmicos tan elevados. Los leridanos pueden presumir de haber alcanzado la temperatura más alta de todo el episodio: 43,4º C.

En el otro lado del mercurio, las noches de Teruel, Cuenca y Soria nunca habían registrado mínimas tan altas como las que se dieron la semana pasada. Hasta en ocho capitales de provincia, los niveles térmicos medidos a 1.500 metros y 850 heptopascales no tienen precedentes en su historia.

Lo que viene

La investigación de la Aemet ha puesto de relieve que las masas de aire de los veranos de ahora -y de los que vendrán- son notablemente más cálidas que las de antes. Más concretamente, 1,3º C de media. Si se observa la naturaleza de estos episodios entre siglos las diferencias saltan rápidamente a la vista. Desde 1975 hasta el final del siglo pasado, la Aemet registró 27 olas de calor, frente a las 31 (incluida esta última) que se han producido en este.

Además, los dos únicos episodios que superaron los diez días de duración se dieron después del año 2000 y las anomalías térmicas superiores a los tres grados duplicaron en el siglo XXI a las del siglo XX. Las olas más mortíferas, el año con más episodios y la que afectó a más provincias simultáneamente también ocurrieron en este siglo.

Incendios

A los avisos por altas temperaturas les siguió, casi en una secuencia consecutiva, el fuego en los montes. El miércoles pasado se iniciaba en la Ribera d'Ebre (Tarragona) -una de las regiones más castigadas por el calor- un incendio que, aunque está controlado desde el lunes ha quemado 5.000 hectáreas.

El fuego decretado el viernes en Almorox (Toledo), que cruzó rápidamente a Madrid afectando a varios municipios de la frontera suroeste de la comunidad, también esta bajo control. Este incendio, que dejó 3.300 hectáreas carbonizadas en total, se convirtió en el peor fuego forestal jamás registrado en la Comunidad de Madrid.

Las temperaturas excepcionales sumadas a la gran combustibilidad de la vegetación en los montes han formado una combinación letal para los bosques. Pese a que el calor ha dado un respiro, todavía siete comunidades siguen en situación de riesgo extremo de incendio.

Sequía

Aunque una ola de calor puntual no tiene efectos notables en las reservas hidrológicas, la repetida ausencia de lluvias sumada a las altas temperaturas han dejado a los embalses tan solo al 56,3% de su capacidad, 14 puntos por debajo del volumen del año anterior por estas fechas y de la media de los últimos diez años.

La cuenca más estresada es la del Júcar (28,8%), que baña a la Región de Murcia, a Jaén, Granada, Almería, Albacete y Alicante. Según datos de la Aemet, hasta la fecha, estamos ante el tercer año hidrológico más seco del siglo XX. La falta de lluvias se está notando especialmente en el sector oeste de la Península donde, haciendo caso al Índice de Precipitación Estandarizado, existe una situación de sequía meteorológica en varias áreas del territorio.

En Europa

A nivel europeo no existen precedentes de un junio tan caluroso, según detalló la Organización Meteorológica Mundial. Para el continente han sido cinco días de temperaturas inusualmente altas, con una media de dos grados superior a la normal a estas alturas del año. En Francia se batió la máxima nacional jamás registrada con una temperatura de 45,9ºC.

También se superaron hitos en Alemania, donde no se recuerda un sexto mes del año tan caluroso. Junio fue también el mes más cálido jamás medido en Austria, Suiza, República Checa y Hungría. El panorama de golpes de calor, incendios y medidas de prevención se extendió por todo el viejo continente. En el sur del país galo, los incendios quemaron unas 600 hectáreas y miles de escuelas se vieron obligadas a cancelar las clases al no cumplirse las condiciones mínimas de temperatura en los centros de enseñanza.

Crisis global

La Organización Meteorológica Mundial y la Aemet coinciden: todo apunta a que el cambio climático está detrás de estas anomalías. El ente meteorológico español deja claro que estas situaciones se repetirán en los próximos años.

Las olas de calor serán "cada vez más intensas y frecuentes". La Aemet remata su informe asegurando que sus conclusiones "son coherentes con las previsiones contenidas en los escenarios de cambio climático que se vienen realizando desde hace décadas".

La agencia meteorológica de la ONU apunta en la misma dirección: "Estas olas de calor son consistentes con escenarios climáticos que predicen sequías y episodios de calor intenso más frecuentes". Las altas concentraciones de gases de efecto invernadero son señaladas como el gran culpable.

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