Claudia Cardinale cumple 70 años pero no es consciente de su edad
- La protagonista de 'El gatopardo', cumple mañana 70 años.
- Asegura que, cuando se mira al espejo, ve las arrugas pero que siente una energía de veinteañera.
- En una de sus próximas películas interpretará a la madre del autor francés Albert Camus.
"Es cierto que el paso del tiempo no hace feliz a nadie, pero para mí los setenta años no tienen ningún significado particular, no noto su peso. Sigo viajando por el mundo, no me doy cuenta de la edad, siento una energía tremenda, de veinteañera", declaró la actriz al diario La Repubblica.
A pesar de esta vitalidad, Cardinale no oculta que, cuando se mira al espejo, ve "las arrugas", "los signos del paso del tiempo", si bien no la hacen sentirse melancólica: "Me reconozco y basta, nunca he querido retoques ni cirugía plástica", subraya.
La prueba de su buen ánimo es que, pocos meses después de acabar el rodaje de su última película, la francesa Cherche fiancé, tous frais payés (Se busca novio, todos los gastos pagados), Claudia Cardinale tiene varios proyectos en su agenda, entre ellos un rodaje en Túnez, donde nació en 1938.
Además, está prevista su participación en una nueva versión de "I soliti ignoti" (Rufufú), su primer gran éxito cinematográfico, en 1958, de la mano de Mario Monicelli y compartiendo protagonismo con Vittorio Gassman y Marcello Mastroianni.
Más adelante, aparecerá en Il primo uomo (El primer hombre), sobre la vida del escritor francés Albert Camus, en la que Cardinale encarnará a la madre del novelista.
También cumple cincuenta años como actriz
El cincuenta aniversario de Rufufú, considerada el arranque definitivo de la carrera de Cardinale, coincidiendo con sus setenta años, hace que prefiera hablar de su medio de siglo como actriz, más que de sus cumpleaños.
De su larga trayectoria, en la que ha trabajado no sólo en Italia sino también en Estados Unidos, Francia y España, Claudia Cardinale destaca dos películas: El gatopardo, de Luchino Visconti, y Ocho y medio, de Federico Fellini, ambas de 1963.
"Dos películas distintas, en El Gatopardo no podías parpadear sin permiso de Visconti, mientras que en la obra maestra de Fellini había un caos total, sin guión", dijo Cardinale al canal de televisión Sky Cinema.