Guirnaldas, farolillos, banderitas de colores... el Teatro Reina Victoria se impregna este verano del ambiente más festivo y castizo para transformarse en La Corrala del Reina Victoria. Un escenario repleto de vida, música, jolgorio y alegría por el que desfilarán hasta finales de agosto cuatro grandes títulos del llamado género chico: La Revoltosa (hasta el 14 de julio), El Bateo (del 17 al 28 de julio), La verbena de la Paloma (del 31 de julio al 11 de agosto) y Agua, azucarillos y aguardiente (del 14 al 25 de agosto).

Una apuesta por lo clásico que, sin embargo, se presenta de una forma renovada para conectar con el público del siglo XXI: "Todas estas zarzuelas tienen la mayoría más de 100 años y se han seguido interpretando, por tradición, con los antiguos modos y las antiguas formas. Queremos que sean comprensibles para un público al que le hacen gracia y le provocan sentimientos cosas muy diferentes a las del siglo XIX. Sin hacer cosas raras ni inventarnos nada lo que intentamos es que sean para los ojos y el corazón del espectador del siglo XXI", explica a 20Minutos José Luis Gago, responsable de la dirección escénica y la coordinación del proyecto.

¿Y cómo se consigue esto? Pues tendiendo puentes entre ambas épocas. A todas las zarzuelas les precede un prólogo o tratamiento dramático especialmente pensado para el espectador actual -incluso los desconocedores del género- que buscan dar un aire contemporáneo a sus argumentos. "Aunque la representación tenga ese tono clásico, siempre servimos un punto de vista distinto. Por ejemplo, en La Revoltosa les acercamos a la problemática de los desahucios de las corralas actuales. De esta manera unimos el Madrid del pasado con el presente y reflejamos una realidad social".

Otro nexo de unión es la corrala, que unifica lo cuatro espectáculos con la misma escenografía y sirve además para crear un ambiente festivo, tanto dentro de la sala como en el hall. De hecho, desde unos 45 minutos antes del inicio de cada representación, los actores e integrantes del coro recibirán a los asistentes en la entrada a modo de anfitriones. "La corrala es el espacio mítico donde se representaba este género. La gente estaba deseando siempre que se anunciara su programación para ver a cual de ellas iba a acudir. Por eso, el teatro reproduce también ese mismo ambiente, para contar historias madrileñas y sobre todo divertidas. Si algo hace singular esta ciudad es la gracia que tiene su gente", añade Gago.

La Corrala del Reina Victoria quiere romper también una lanza a favor de los artistas más jóvenes y poner en tela de juicio su escaso interés por este tipo de géneros. De hecho, la media de edad de los integrantes del equipo artístico de la Compañía Lírica Ibérica -formado por 30 actores y miembros del coro y los once instrumentistas de la orquesta- ronda los 25 años. "La gente joven apuesta por la zarzuela, lo que pasa es que no hay sitio, está un poco maltratada por los estamentos oficiales y no se ayuda a divulgar. Es increíble que tengamos zarzuela en Corea, en Japón, incluso en China o en toda Sudamérica y aquí en España estemos faltos", critica el director.

"Hasta hace poco la zarzuela era un espectáculo para abuelitos, y es todo lo contrario, estamos viendo como una persona de 24 años que dirige una orquesta apuesta por la zarzuela -comenta en referencia al director de este espectáculo, Fran Fernández Benito-. Afortunadamente, los prejuicios han pasado porque van pasando también las generaciones. Y ellos apuestan por la zarzuela. No es que no tengan otra cosa mejor que hacer es que han descubierto en ella un género nuestro y están dispuestos a defenderla hasta el final".

De cada una de las zarzuelas se realizarán doce representaciones: de miércoles a domingo en una función diaria a las 20.30 horas mientras que los sábados se representarán a las 19.00 y 21.30 y los domingos a las 20.00. El precio en taquilla es de 30 euros. Más información: elteatroreinavictoria.com