Ayuso encara un plazo de dos meses para unir a Ciudadanos y Vox y evitar la repetición de las elecciones

La Comunidad de Madrid ha iniciado este miércoles su plazo de dos meses para la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas a menos que la candidata del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, logre reconciliar a Ciudadanos y Vox para ser investida antes del 10 de septiembre.

El pleno de investidura sin candidato, algo nunca antes visto en la Asamblea regional, ha transcurrido este miércoles sin sorpresas. Los portavoces de Vox -Rocío Monasterio- y de Ciudadanos -Ignacio Aguado- han escenificado el bloqueo que ha impedido convertir en ejecutivo lo que se percibió como una clara victoria del bloque de las derechas en las elecciones del 26 de mayo.

Ayuso, por su parte, ha reforzado su posición pivotal entre ambos, un papel que tendrá que ejercer con sutileza en las próximas semanas, mediando entre sus dos únicos socios potenciales para ser investida y evitando que la situación se tense hasta el extremo de llevar a una repetición electoral de imprevisibles consecuencias.

"El Partido Popular se ha mantenido en un segundo plano todo este tiempo. Ha cedido el protagonismo a sus socios porque tiene verdadero compromiso por un acuerdo que nos proteja a todos de las políticas de las izquierdas", ha recordado Ayuso.

La candidata popular ha llamado a Cs y Vox a formar una "mesa de diálogo" que diera continuidad así a la primera reunión mantenida por los portavoces de las tres formaciones el pasado martes. "No voy a cejar en el empeño de unirles en lo importante", ha dicho Ayuso.

Aguado, que antes del pleno ya había parecido rechazar acudir a nuevas reuniones con Monasterio alegando que "no hay nada más que negociar", se ha limitado a una única referencia directa a Vox durante su intervención en el pleno. "A Vox les pido que rectifiquen, hay tiempo, bloquear un gobierno de centro liberal en la Comunidad es una irresponsabilidad", ha declarado Aguado.

Monasterio, que ha rebajado la hostilidad de su discurso hacia PP y Cs en los últimos días, ya rechaza abiertamente formar parte del nuevo Gobierno y tampoco ha vuelto a mencionar esta semana la que había sido hasta ahora su gran reivindicación: que la firma de Vox apareciera en un documento conjunto.

Este miércoles, la portavoz de Vox, se hadirigido directamente a Aguado con un tono conciliador y ha puesto el acento en que "frenar la agenda político-cultural de la izquierda" debe ser el punto en común para el acuerdo entre las tres formaciones.

"Señor Aguado, ¿no sería mejor que apostáramos por hablar juntos en vez de poner cordones sanitarios? Le reitero mi disposición a seguir viéndonos como ayer y estoy segura de que podremos alcanzar un acuerdo que mejore la vida de los madrileños", ha declarado Monasterio como cierre a su intervención.

La izquierda del hemiciclo, representada por PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, sigue viendo con escepticismo el bloqueo en las negociaciones entre Cs y Vox, y los tres portavoces han centrado sus discursos en tratar de subrayar las contradicciones en las que está incurriendo formación naranja al sentarse en la misma mesa que Monasterio.

El candidato socialista Ángel Gabilondo ha vuelto a expresar su deseo de ser propuesto como candidato a un pleno de investidura por el presidente de la cámara, el diputado de Ciudadanos Juan Trinidad, y ha seguido apelando, aunque cada vez con menos convencimiento, al apoyo de la formación naranja a su candidatura.

"Comprendemos que el Partido Popular trate de ratificar su línea de actuación, lo que nos sorprende más es que Ciudadanos trate de sustentarle mientras, a la par, preconiza la necesidad de regeneración y de cambio", ha declarado Gabilondo.

Íñigo Errejón, cabeza del grupo de Más Madrid, que fue el primero en tender la mano a Cs para tratar de orquestar una mayoría alternativa a la liderada por Ayuso, se ha mostrado este miércoles más pesimista aún que Gabilondo respecto a esta posibilidad.

"El gobierno de regeneración no va a ser posible en virtud del acuerdo al que ustedes quieren llegar y parece ser que están llegando en esas reuniones", ha dicho Errejón, que ha acusado a Cs de "pretender viajar en el mismo coche que Vox y el PP, pero con Vox en el maletero, para que no se les vea".