Por qué la reina de Inglaterra recibió a Boris Johnson con bolso en su casa

La reina de Inglaterra, Isabel II, recibe en el Palacio de Buckingham al lider del Partido Conservador británico, Boris Johnson, para la investidura de este como primer ministro del Reino Unido.
La reina de Inglaterra, Isabel II, recibe en el Palacio de Buckingham al lider del Partido Conservador británico, Boris Johnson, para la investidura de este como primer ministro del Reino Unido.
VICTORIA JONES / POOL / EFE
La reina de Inglaterra, Isabel II, recibe en el Palacio de Buckingham al lider del Partido Conservador británico, Boris Johnson, para la investidura de este como primer ministro del Reino Unido.

El encuentro entre la reina Isabel II y el nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, que fue elegido para suceder a Theresa May en el cargo, dejó un peculiar detalle que no ha pasado desapercibido. Para que el nombramiento se hiciera efectivo, Johnson tenía que ser investido por la monarca, que le recibió en audiencia en el palacio de Buckingham con un apretón de manos y un bolso colgando de su antebrazo.

Es este complemento el que ha acaparado las miradas, pero no es casual que la reina hiciera uso de su bolso para reunirse con el dirigente en su propia casa. Más que para guardar sus pertencias, el bolso de Isabel II es de gran relevancia en su día a día ya que es parte del código que utiliza para comunicarse con sus empleados.

La revista People recogía en 2011 la explicación del historiados real Hugo Vickers, que señalaba que "sería muy preocupante si estuviera hablando con la Reina y viese cómo se cambia el bolso de una mano a otra. Esa es la señal que la reina utiliza para indicar a su personal que está lista para finalizar su conversación".

Según Vickers, si lo coloca sobre la mesa significa que quiere terminar la conversación en 5 minutos, mientras que si lo hace en el suelo le traslada al personal que quiere que la interrumpan para acabar la reunión porque no está disfrutando.

"Es una forma muy discreta con el objetivo de no ofender a nadie", explicaba el historiador. "En ese momento, alguien de su personal se acercaría a ella y le diría algo como: 'Señora, el arzobispo de Canterbury le gustaría mucho conocerla", agregaba.

No obstante, pese a que su bolso es el principal elemento para comunicarse por señales con su empleados, el gesto más importante lo hace con su anillo de boda: "Cuando la reina lo hace girar, significa que necesita ser rescatada inmediatamente".

Pese a la curiosa imagen entre la reina y el nuevo primer ministro, no es la primera vez que Isabel II posa de forma similar acompañada de este complemento junto a otros dirigentes. La misma instantánea se repitió en el año 2016, cuando recibió a Theresa May para ser investida primera ministra.

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