¿Qué era La Ingobernable, el centro social okupa del centro de Madrid?

La Ingobernable era un centro social autogestionado que okupaban desde mayo de 2017 colectivos sociales. Se trata de un edificio enorme en el Paseo del Prado de Madrid, de titularidad municipal, que el alcalde Jose Luis Martínez Almeida ya había tratado de desalojar en varias ocasiones.

¿Dónde está y de quién es el edificio?

La Ingobernable es un colectivo que okupa un edificio situado en la confluencia de las calles Gobernador y Paseo del Prado, muy cerca de Atocha y en pleno centro museístico de Madrid. Desde mayo de 2017 albergan encuentros y actividades de más de un centenar de organizaciones políticas y sociales.

El edificio es de titularidad municipal. Quedó vacío en el año 2012, después de ser utilizado como sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y como centro de salud de manera temporal. 

En 2013, la entonces alcaldesa de Madrid Ana Botella firmó una polémica concesión del espacio al arquitecto argentino Emilio Ambsz, para que construyera y gestionara por 75 años ahí el Museo del Arte, Arquitectura, Diseño y Urbanismo (MAADU). La obra nunca llegó a realizarse.

El año pasado, ya con el espacio ya okupado, el Ayuntamiento de Manuela Carmena intentó, con el fin de evitar el desalojo judicial, firmar un acuerdo para destinar parte del edificio a una biblioteca feminista y a actividades culturales para el barrio, bajo el paraguas municipal, una medida que no convenció a La Ingobernable.

¿Cuándo y quiénes lo okuparon?

Tras el desalojo en 2015 del Patio Maravillas, en Malasaña, varios de los colectivos culturales, sociales y políticos de la esfera alternativa madrileña entraron en el edificio de Paseo del Prado esquina con Gobernador. 

Así nacía La Ingobernable. Muy activa en redes sociales, el día de su okupación, en mayo de 2017, se describía como "centro social metropolitano para la construcción de comunes urbanos". 

Durante dos años ha albergado charlas, proyecciones,talleres y fiestas para financiar proyectos sociales de colectivos como Ecologistas en Acción, Las Kellys, o Bicicrítica. Y ha apoyado, por ejemplo, movilizaciones como la huelga feminista del 8 de marzo. 

Entre sus actividades también hubo cine en su azotea, exposiciones de fotografía como Mediterráneo, una gran fosa común (de Olmo Calvo) o exhibiciones de acroyoga en la plaza.

¿Cuál es la postura del Ayuntamiento?

El desalojo de La Ingobernable fue una de las promesas de campaña de Martínez Almeida. Nada más llegar a Cibeles, el alcalde agilizó el proceso de echar a los okupas del edificio. 

El primer paso fue publicación en el BOE de un ultimátum que avisaba: "En caso de resistencia al desalojo, se adoptarán cuantas medidas sean conducentes a la recuperación de la posesión del bien o derecho" para lo que el consistorio podrá pedir el "auxilio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, o imponer multas coercitivas de hasta un cinco por ciento del valor de los bienes ocupados". Ese desalojo finalmente no se llevó a cabo

Almeida y su equipo habían calificado de "parásitos"  a los miembros de La Ingobernable y aseguran que han costado al erario público más de un millón de euros en dos años.

¿Qué pasará con el edificio?

Respecto a qué usos pretende dar el ejecutivo municipal cuando se haga con el edificio, el consistorio había avanzado durante el verano la posibilidad de construir un centro de salud o una biblioteca.

¿Quiénes apoyaban a La Ingobernable?

Los movimientos sociales, colectivos y ciudadanos que creen que son necesarios espacios "para construir en común", apoyan la permanencia de La Ingobernable, como lo hicieron antes con otros centros sociales, como el Patio Maravillas o El Laboratorio, también en la capital. 

En su página web habían reunido algunos de los apoyos públicos recibidos y están Feminismos Madrid, Las Kellys, la PAH, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Ecologistas en Acción, Flipas GAM, el Mercado Social de Madrid, la Coordinadora 25S, así como a título individual periodistas como Olga Rodrígez, cantantes como Nacho Vegas, o activistas como Yayo Herrero.