La nueva vida de Manuela Carmena tras ser alcaldesa de Madrid

Después de perder la alcaldía de Madrid tras las pasadas elecciones municipales del pasado 26 de mayo, Manuela Carmena ha decidido continuar con un negocio que comenzó en 2010: una tienda de ropa infantil en el barrio de Malasaña.

Allí acude a trabajar Carmena todos los sábados por la mañana tras renunciar a ella cuando fue elegida en 2015: "Al volver a la sociedad civil he querido volver, lo cual me encanta. Estoy todos los sábados por la mañana aquí despachando de 11 a 14.30 horas", señala en una entrevista para El Independiente.

"La monté cuando me jubilé de la judicatura", comienza contando la historia de su negocio. "Heredé un montón de telas de mi suegra, una persona con una capacidad estética muy grande. Y me dije que qué hacía yo con tanta tela. Hice unos zapatos de tela, gustaron entre los míos y empecé a pensar que quién podía hacer este trabajo. Y resolví: las presidiarias".

"Monté esto como una Sociedad Limitada (S.L.) y tuve una experiencia muy curiosa; lo primero que me dijeron es 'oiga, usted como jubilada no puede crear nada'", así que la exalcaldesa decidió crear una ONG que bautizó como Cosiendo el Paro, que en el año 2011 pasó a ser Yayos Emprendedores S.L.

De esta iniciativa surgió Zapatelas, ubicada en la calle Manuela Malasaña, abierta de lunes a sábado. En su escaparate se exponen varias manuelas, unas muñecas de tela que Carmena solía elaborar en su tiempo libre.

"Inicialmente pensé en personas que estuvieran privadas de libertad en las cárceles. Después se nos abrió un campo para poder colaborar con personas que no tenían ninguna posibilidad de acceder al mercado de trabajo", explica.

A pesar de su deseo de continuar al frente del Ayuntamiento y de contar con más de 100.000 votos que la avalasen, el pacto entre PP y Ciudadanos con el respaldo de Vox privó a la madrileña de cumplir su propósito. "¿Que como es mi vida ahora? Pues como la de cualquier ciudadano".

"He tenido una grandísima experiencia en el Ayuntamiento de Madrid e intento acumularla a mi vida de abogada laboralista y de magistrada después. Todo esto quiero resumirlo en hacer una fundación para reflexionar sobre la ética en la política. Ese es el eje central de mi actividad".

Sobre su recién estrenada colaboración en los micrófonos de Cadena Ser, Carmena ha asegurado que "lo único que quiero es generar debates que giren en torno al eje sobre el cual versa esta fundación" y explica que no es tertuliana porque "son personas que se dedican a valorar la situación política. Yo no estoy preparada. Yo solo estoy preparada para opinar en abstracto sobre cómo debe ser la política".

Con respecto al nuevo sistema de gobierno, la abogada prefiere ser muy prudente" porque "una ex alcaldesa no puede convertirse en la voz crítica de quien está en el poder".

Y muestra un gran respeto sobre Martínez Almeida, quien ha cogido el testigo de la alcaldía: "Me remito a lo que dije durante la investidura del nuevo alcalde: cuando ha habido unas elecciones con un apoyo tan grande al ayuntamiento anterior, hay que respetar la voluntad de tantísimos madrileños. Y ya lo está haciendo Martínez-Almeida, ¿no?".

"El hecho de que se haya aceptado que Madrid Central tiene que continuar, e incluso se dice que va a ir a más; todo esto indica que cuando hay una gran presión, el nuevo ayuntamiento debe respeto hacia esa parte", afirma Carmena.

Acerca de Madrid Central, un tema muy controvertido durante los primeros meses de nuevo gobierno, la exalcaldesa lamenta que hubiera "una primera actitud muy determinada por la campaña electoral. Si mal no recuerdo, el actual alcalde había prometido que al día siguiente de ser elegido desmontaba Madrid Central", explica.

"Eso nos tiene que valer para reflexionar cómo son las campañas electorales. ¿Qué poco profundas, qué poco serias son, no? Todos los alcaldes tienen que someterse a un marco jurídico, y en el marco jurídico no se podía revertir Madrid Central. Los tribunales se lo han dicho de una manera muy clara", sostiene Carmena.

La madrileña también da su opinión sobre la situación política nacional y la falta de pacto entre Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos): "Damos mal ejemplo en política si no somos capaces de entendernos unos con otros. La esencia de la ética política es mejorar la vida de los ciudadanos. Y para hacer esto, ¿cómo es posible que no podamos ponernos de acuerdo en base a ese objetivo?".

Hay algo que no ha cambiado en Manuela Carmena, y es su rechazo a los partidos tradicionales y sus formas: "Los partidos políticos tienen que dar un cambio trascendente en su funcionamiento".

Y defiende su opinión acompañada de una anécdota muy reciente: "Hablé hace poco con Toni Roldán y me dijo que cuando llegó a la política intentó hablar de manera explicativa; los medios le dijeron que mejor lanzar mensajes contundentes, y él cedió. Para mí ese es el gran error: aquellas personas jóvenes que han intentado hacer partidos diferentes y que se han entregado a los partidos tradicionales. En lugar de cambiarlos, les han fagocitado".

En el mismo marco, la exalcaldesa rehúsa de los discursos: "La democracia representativa tiene que tener otras características, otra manera de actuar. No puede ser que la política se haga con discursos. ¡No tienen sentido los discursos!".

Y cree que es necesario "buscar estructuras de análisis, de resolución, de conciliación, de mediación. La imagen que tenemos de la política es un discurso tras otro ofensivo y descalificador. En la política actual se hace todo lo que hay que hacer para no entenderse".

Tras los recientes rumores sobre un posible cargo en la Defensoría del Pueblo en el Ministerio de Justicia, Carmena asegura que "es una cosa que depende mucho de muchas variables. ¿Que si me siento con fuerza para desempeñar una determinada responsabilidad? Supongo que sí. Cuando me eligieron alcaldesa, dije 'pues vamos a ver".

"Ahora me siento muy bien, pero no sé cómo estaré dentro de medio año o de un año... Supongo que esto no está relacionado con la edad sino con la salud", afirma.

Y se despide de su etapa como alcaldesa echando de menos "no haber podido continuar muchas cosas que estaban a punto de florecer y no dio tiempo. Y reconozco por ejemplo que me habría encantado que el Museo de la Duquesa de Osuna y de las mujeres del siglo XVIII estuviera ya abierto. Estaba previsto que se hubiera podido abrir en febrero pero todos los trámites que acompañan a las obras... pues me da pena".