Un airado príncipe Andrés se enfrenta a un ayudante real y obliga a su hermano Carlos a intervenir

Sin lugar a dudas, la actualidad del príncipe Andrés no para de sacar a la luz que está total y absolutamente con los nervios a flor de piel. No por nada es el miembro de la familia real con peor valoración entre los británicos en una reciente encuesta.

Desde que se suicidara en la cárcel hace un mes el magnate y banquero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de tráfico de menores, el verano del duque York ha consistido en intentar huir de las cámaras y de la vida pública refugiándose en la costa gaditana.

Porque su amistad con Epstein le ha obligado a emitir un comunicado volviendo a recalcar lo que ya dijo la justicia en 2015, que estaba libre de las acusaciones de abusos a menores en Estados Unidos...

...pero es que las nuevas evidencias prueban lo contrario, como que en recientes fotografías se le vea en la puerta de la "casa de los horrores" del empresario norteamericano despidiendo a una joven. Aquí está todo relatado.

El caso es que esta resurrección del caso Epstein está haciendo que el príncipe Andrés pueda saltar a la mínima, como le ha ocurrido recientemente, según el diario inglés The Express.

A la citada publicación, una fuente anónima le ha narrado los hechos, que ponen de relieve hasta qué punto vive en continua tensión el duque de York, hijo de la reina Isabel II, ya que su hermano, el príncipe Carlos, hubo de intervenir para que el rifirrafe no pasase a mayores.

Según dicha fuente, el príncipe Andrés se ha encarado con un ayudante real de alto rango, airado por la imposibilidad de la realización de una determinada tarea que él habría requerido.

Este ayudante tendría una serie de cometidos que puede y no puede llevar a cabo y así lo expresa la fuente: "El duque se enojó mucho porque lo que él quería no era posible".

Además, relata que, aunque sin puñetazos ni contactos, sí que "hubo palabras acaloradas en ambos lados", pero se apresura a resaltar que "el altercado no fue de ninguna manera físico".

Tras la intervención del príncipe Carlos, que abogó por la serenidad y la concordia, siguió un episodio de orgullo, pues cuando el heredero le pidió a su hermano menor que pidiera disculpas al ayudante real, este se negó alegando que no había "nada por lo que pedir perdón".

El duque de York ha reaparecido este fin de semana en acto oficial, vestido con el uniforme de gala y pasando revista a las tropas, en la celebración del 75º aniversario de la liberación de Brujas, en Bélgica.

Después de las nuevas evidencias, varios de los actos en los que debía representar a la monarquía británica fueron cancelados, y el propio príncipe Andrés tuvo que desactivar los comentarios a sus publicaciones en Instagram por la gran cantidad de referencias al caso Epstein.

Tras una temporada en Sotogrande junto a sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia de York, donde llegó en jet privado para una absoluta privacidad y poder ir a la playa y jugar al golf sin paparazzis alrededor, el príncipe ha vuelto a la rutina.