A grandes males, grandes remedios. Algo así deben haber pensado los granjeros indios que, ante el incesante aumento del precio del petróleo, han decidido volver a los camellos.

No se trata de una medida de protesta, sino de una cuestión mucho más práctica. Los granjeros ya no pueden permitirse tener tractores, porque no tienen suficiente dinero para sufragar la gasolina; así que se ven obligados a invertir nuevamente en estos animales del desierto que, además, duran más que un tractor: la esperanza de vida de un camello está entre los 60 y los 80 años.

Sin embargo, esta nueva medida también arrastra problemas. La demanda de camellos ha crecido en sobremanera y su precio se ha disparado.

El precio de los camellos, que era inferior al de una cabra, se ha multiplicado por cuatro (de las 5.000 o 10.000 rupias -78 o 156 euros- que costaban hace tres años, a las 40.000 -627 euros- que cuestan ahora), según publica Financial Times.

Pese a ello siguen siendo más baratos que un tractor, cuyo coste asciende a 2.585 euros, aproximadamente.