Belén Esteban explota contra las palabras de su exmarido, Fran Álvarez, negándole la nulidad eclesiástica

En teoría, iba a ir todo como la seda, porque tampoco existía nada que pudiera impedir un mero trámite... pero apareció el orgullo, que es, no solo un incoveniente tremendo, sino algo, desgraciadamente, difícil de doblegar.

Belén Esteban estaba entusiasmada con su segunda boda. No es solo que anunciase que le gustaría volver a ser madre con su flamante marido tras unas vacaciones muy latinas entre Italia y España, sino que ella y Miguel Marcos, tras la ceremonia civil, querían casarse de nuevo y, esta vez, por la Iglesia.

Bueno, era una idea que tampoco parecía tan descabellada, viendo la ilusión que tenía el conductor de ambulancias. "Me hace mucha ilusión que la gente sepa que mi marido me ha pedido que me case con él por la iglesia", aseguró en los platós de Sálvame Deluxe, mientras que en la revista ¡Hola! dijo: "Me casaré por la Iglesia en cuanto pueda. Es la ilusión de Miguel y así lo haremos".

El único problema entonces era su primer matrimonio. Para poder casarse por la Iglesia, Belén Esteban necesita la nulidad eclesiástica de su boda con su exmarido, Fran Álvarez, que ella misma estaba dispuesta a pagar de su bolsillo.

Y, como decíamos, no debía haber ningún problema, toda vez aquel matrimonio acabó hace siete años y sería solo por hacer felices a la Princesa del Pueblo y su marido, cuya primera opción era darse el "sí, quiero" frente al altar.

Pero aquella forma de pregonarlo, sin tener en cuenta a quien fuera su antiguo amor, no gustaron en absoluto a Fran Álvarez, que en unas declaraciones a la revista Lecturas dejó claro que mejor se fueran buscando otra opción.

"Se ha casado por lo civil, y ahora quiere casarse por la iglesia para ir a los platós para contar que se casa sin ni siquiera pedirme la nulidad", aseguraba el exmarido de la colaboradora de una forma bastante airada.

"¡Ahora no te los firmo porque no me da la gana! Aquella boda existió para lo bueno y lo malo, y no hay por qué borrarla", refrendaba su posición, un tanto orgullosa, Fran Álvarez.

Hay que recordar que ellos se conocían antes de que Belén Esteban saltase a la fama por su relación con Jesulín de Ubrique. Se casaron en 2008 y, tras diversas crisis, se divorciaron en 2012, después del cual Álvarez prefirió permanecer en un segundo plano hasta ahora, que se habla de su vida como si no importase su opinión o no tuviese nada que decir al respecto.

Pero este último punto es el que ha esgrimido Belén Esteban, quien , tras un día entero sin querer responder a sus declaraciones, por no hacerlo en caliente, ha terminado explotando en Qué me dices.

"Yo ya lo sabía. Lo único que hay que informarse bien, porque con que una sola parte quiera la nulidad ya te la dan", aclaró la televisiva a las puertas de su casa y sin darle mayor importancia a las palabras de su exmarido.

Es decir, que no solo conocía las intenciones de Fran Álvarez, a quien apremiaba a leer sobre el tema, sino que sabía que no le daría dicha nulidad así como así, de ahí quizá que se preparase ella misma para pagarla.

De todas formas, cuando fue preguntada por si se encontraba bien tras las declaraciones, Esteban volvía a sonreír, puesto que se encuentra en una de los mejores momentos de su vida. "Yo estoy feliz y contenta con la familia que tengo", aseguró.