Así luchan ahora los radicales: grupos pequeños organizados con móvil y armas más destructivas, como el ácido

Un grupo de manifestanes se enfrenta a la Policía en Barcelona.
Un grupo de manifestanes se enfrenta a la Policía en Barcelona.
EFE
Un grupo de manifestanes se enfrenta a la Policía en Barcelona.

Como si de una guerra se tratase, los radicales, tratan de tenerlo todo previsto.

Su equipamiento básico: Sudadera oscura con capucha, braga, o pasamontañas (a ser posible rociado en vinagre para neutralizar el gas lacrimógeno), y por supuesto; mochila. Dentro de ella: petardos, piedras, clavos, tuercas y tornillos. También canicas o bolas de acero. La policía ha compartido fotos en las que se ve lo que hace una de estas bolas de acero lanzada con tirachinas contra sus coches.

Se organizan en pequeños grupos, a través del móvil, con objetivos concretos. Quedan en un punto y después se dispersan. Según Toni Castejón, portavoz del Sindicato FEPOL, hay una coordinación no vista hasta ahora.

Lo primero que hacen son las barricadas, con basura, cartones, contenedores, o escombros, pero cualquier mobiliario urbano les sirve, como macetas, palets o incluso tabiques viejos de locales comerciales. Para facilitar el trabajo llevan líquido inflamable, y si hace falta, queman hasta los coches.

Para el cuerpo a cuerpo si se agota el material, arrancan el pavimento. La policía tiene que lidiar con adoquines, piedras, botellas, cócteles molotov, señales de tráfico y extintores. Pero lo nunca visto hasta ahora era lidiar con ácido. Se trata de chicos cada vez más jóvenes. Usan técnicas rudimentarias como echar jabón al suelo para que la policía resbale, o sofisticadas, como bengalas contra los helicópteros, para distraerles y poder retirarse del campo de batalla sin ser localizados.

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