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Casado reitera que Sánchez "ha fracasado" en Cataluña: "España necesita un Gobierno de verdad"

Pablo Casado, en el Congreso.
EFE

España tiene muchos frentes abiertos. La crisis en Cataluña, la exhumación de Franco y unas elecciones generales en el horizonte muy marcadas, al menos en cuanto a discurso, por todo lo que las rodea. A todo ello se refirió este lunes Pablo Casado en Madrid, justo antes de viajar a Barcelona para ver in situ la evolucón de un asunto que ha copado portadas y titulares desde que se diera a conocer la sentencia del procés.

En un desayuno informativo organizado por Europa Press, el presidente del PP, arropado por la plana mayor del partido, expresó cosas que lleva tiempo diciendo. Calcula que el procés ya ha costado "1.033 millones de euros". Los datos que maneja el PP son "desoladores" porque el abandono de las empresas ha supuesto "la pérdida de 100.000 millones de euros", según los cálculos de la formación. El PP quiere recuperar la Cataluña "cosmopolita" porque Sánchez "ha fracasado" a la hora de gestionar la "crisis territorial de máxima gravedad". España, según el líder popular, necesita "un Gobierno de verdad".

Respecto a la deriva independentista, Pablo Casado pide investigar "los vínculos de Puigdemont y Torra tanto con Tsunami Democratic como con los CDR". Igual que ya le solicitó a Sánchez en Moncloa, el presidente del PP pide que la Fiscalía actúe, porque "no somos los políticos los que metemos en la cárcel a nadie" y no fue el 155 "el que derivó estas condenas". Ahora, pide al Gobierno que "actúe contra los violentos" e investigue "los movimientos de Torra". Casado volvió a calificar estos actos como "kale borroka".

Desde Génova celebraron la presencia de Pedro Sánchez en Cataluña a lo largo de este lunes: "Bienvenido sea", sostuvo Casado, que no entró a valorar si el presidente del Gobierno en funciones estaba contraprogramando su presencia en tierras catalanas. "Es urgente que el operativo policial esté centralizado", expresó el líder popular, que con su viaje quiere expresar "apoyo" los FCSE. Asimismo, acusó al Ejecutivo de cometer "graves errores" en el operativo, pero aclaró que no duda "de la buena voluntad" de Sánchez y del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.

Pablo Casado instó a Sánchez a que le coja el teléfono a Torra, pero para "romper con sus acuerdos", porque ahora en Cataluña "no toca diálogo", sino "aplicar la ley". Según él, el Ejecutivo está "yendo un paso por detrás" y ve necesario "enviar un requerimiento a Torra" para que cumpla con la ley, abriendo el camino a aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución. Pero recuerda: "Que no se nos olvide que hoy Pedro Sánchez es presidente gracias a los votos de Torra y de Junqueras", y considera que el PSOE está dejando abierta la puerta a volver a pactar con ellos tras el 10 de noviembre.

También se refirió Casado a la exhumación de Franco. "Se va a hacer en campaña electoral", recordó el presidente del PP, acusando al PSOE de electoralismo. "Nosotros no vamos a gastar ni un segundo en una historia felizmente superada", continuó, porque no quiere "deshacer el abrazo" que, en sus palabras, se dio en la Transición.

El PP "puede evitar" la crisis económica

Quiso centrar su discurso en un primer momento en la situación económica antes de hablar de Cataluña. "Cuando llegue la crisis repartiremos las cargas entre todos", dijo Pedro Sánchez hace semanas, y Casado le ve "incapaz de evitarla". Para el presidente del PP, la idea del PSOE es llevar esas cargas "a la clase trabajadora". Acusó a Sánchez de plantear medidas "suicidas" con subidas de impuestos por querer pactar "los presupuestos de nuevo con Podemos".

"Nosotros no nos resignamos, se puede evitar esa crisis", siguió el líder popular, que erigió a los suyos como la "alternativa" por "experiencia de gestión" con la idea de evitar consecuencias similares a las de la anterior recesión. "Queremos mantener todas las reformas que pusimos en marcha en el periodo 2011-2016", dijo Casado antes de desgranar sus planes en este sentido.

Son cinco bloques para la competitividad. El primero es una "revolución fiscal", la mayor en España "desde el año 1998". En palabras de Pablo Casado, que recordó la entrada en el euro, la idea es "devolver a la comunidad productiva 16.000 millones de euros", con la supresión de los impuestos de Sucesiones y Donaciones además de rebajas en el IRPF y una bonificación fiscal al ahorro.

El segundo punto pasa por una reforma de la burocracia para buscar "la eficiencia en el gasto". La idea es "armonizar las competencias" entre las comunidades autónomas. "Queremos que haya una digitalización de la administración", continuó el presidente del PP, que aclaró que esto no supondría pérdidas de puestos de trabajo. El objetivo es que haya una "mayor agilidad" en el emprendimiento.

Pablo Casado aseguró, asimismo, que mantendrá la reforma laboral de Rajoy, y apostará por la "flexibilidad" en el empleo. "Hay que abaratar las cotizaciones sociales en la medida de lo posible" y con una "tarifa plana para autónomos" extensible en algunos casos (personas con discapacidad, mujeres víctimas de violencia machista...). Además, en su programa recoge un mecanismo de "segunda oportunidad" precisamente para los emprendedores. En este sentido, repite la medida que ya planteó en abril de una "autopista administrativa", reduciendo los trámites para crear una empresa.

El PP quiere potenciar la FP dual, con referencias en Alemania en cuanto a buenos resultados, según Casado. Así, los populares buscarán impulsar el bilingüismo. "Queremos plantear también una conciliación para que la educación de 0-3 años sea paulatinamente gratuita", expresó el candidato a la presidencia del Gobierno.

Emprendimiento, competitividad, apuesta por el sector industrial y un nuevo plan educativo y la "recuperación" del turismo. Casado se desvió del asunto catalán para desgranar, por iniciativa propia, su plan económico para el 10-N. El PP se ve respaldado por unos sondeos que les colocan al alza, y por eso su presidente lo que pretende es comunicar el camino que ha elegido para España. "Estamos en el buen camino", terminó.

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