Madrid

La noche madrileña pierde fuelle por el control policial tras el caso 'Guateque'

La sala Nasti, bar mítico de la noche madrileña. (JORGE PARÍS)

Cambios de licencia, multas y desalojos. El "acoso burocrático" al que están sometidas las discotecas de Madrid desde hace unos meses ha hecho que la marcha noctámbula se ahogue, causando el cierre de muchas salas, según denuncian varias asociaciones y empresarios de la noche.

El acoso burocrático es exagerado. Parecemos delincuentes

El acoso comenzó hace meses, justo cuando se destapó el caso 'Guateque', la trama corrupta de concesión de licencias en el Ayuntamiento de Madrid. Hasta el punto de que ya cierran "varios bares al día", según José Antonio Fernández, gerente de Asfydis (la asociación de empresarios de discotecas de Madrid): "El acoso burocrático es exagerado. Parecemos delincuentes". Escándalos posteriores como 'Bloque' (la trama de extorsión policial de Coslada) no han hecho sino empeorar esto.

Este "acoso" ha sido la última gota de una crisis que se arrastra desde hace tiempo. En noviembre de 2007 20 minutos informó de como la desaceleración económica había causado el cierre de 120 locales. Algunos de ellos incluso se han reconvertido en bares de tapas en zonas como Malasaña y Chueca. Otro ejemplo son los bajos de Argüelles (Moncloa), donde en seis meses se han clausurado 12 garitos. Quedan 12 más.

Desalojos y multas

Varios empresarios de la noche han dado ejemplos de este "acoso", pero muchos no quieren dar nombres, como el trabajador de una sala con 20 años de historia: "Ha habido hasta desalojos para contar el aforo", dice. En Café La Palma (Centro), recibieron hace poco multas de 100.000 euros por ruidos, cuando llevan insonorizados desde 2005, "estamos en la quiebra", afirma Germán Hughes, su dueño.

El Consistorio niega este acoso, pero reconoce que ha habido una "agilización de licencias" desde 'Guateque'.

Tres horas menos de Sala Nasti

"Queridos amigos, os preguntaréis qué coño está pasando y por qué ahora cerramos a las 3.30 y no a las 6.00 como desde hace 14 años". Así es como empieza la carta enviada por los dueños de la sala Nasti (San Vicente Ferrer, 33, en Centro) denunciando el "ataque" que, según ellos, sufren por parte de la administración no dejándoles abrir hasta las seis de la mañana como, efectivamente, venían haciendo desde su apertura en 1994.

De repente nuestro permiso como sala de reuniones no servía y necesitábamos otro de bar especial
El Nasti (también conocido como Sala Maravillas, Barbarella o Astoria) está considerado como uno de los templos de la noche y la
música independiente madrileña, habiendo promovido con sus conciertos a múltiples bandas y grupos en los inicios de su carrera musical.

Según los dueños, este año hubo una adaptación de su licencia: "De repente nuestro permiso para funcionar como sala de reuniones y espectáculos no servía y necesitábamos otro como bar especial. Pero nadie nos informó nunca de nada, ni sabemos el motivo de este cambio", explica Chema García, uno de los dueños de la Sala Nasti.

La hora crítica

Desde entonces cada noche reciben la visita de un coche de Policía que les obliga a cerrar a la hora. Según Chema, su labor va más allá del mero bar de copas: "Nuestra intención siempre ha sido promocionar la música en directo. Pero eso no da dinero, lo dan las copas, y la hora a la que nos hacen cerrar es precisamente cuando la gente consume más".

Los dueños, clientes y amigos de la sala han creado una campaña por Internet, con directos incluidos, para salvar la sala bajo el nombre de Free Nasti: www.nasti.es.

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